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EE.UU: ¿Qué dice la enmienda 25 y cómo podría sacar a Trump de la Presidencia?

Si bien se trata de un recurso nunca antes utilizado en la historia del país, la Constitución habilita un proceso de destitución por fuera del juicio político. 

EE.UU: ¿Qué dice la enmienda 25 y cómo podría sacar a Trump de la Presidencia?

La toma del Capitolio de los Estados Unidos fue el cierre de cuatro años marcados desde el día 1 por la violencia, división y teorías conspirativas de un todavía mandatario que desde su paso por la Casa Blanca amenazó como nunca a una ya de por sí muy castigada democracia.

De momento, el Partido Demócrata pidió el juicio político contra Donald Trump y aunque esto no parece muy viable, seguramente vaya a depender de que tanto más pueda forzar esta situación una figura que ha dejado a un país dividido como hacía décadas no lo estaba.

Vale recordar que sobre el cierre del año 2019 y comienzos del 2020 el Presidente en funciones debió afrontar un proceso de impeachment, primero aprobado desde la Cámara de Representantes pero luego desestimado desde la mayoría republicana del Senado. 

Ahora bien, además del proceso de juicio político, quien todavía tiene 13 días a cargo de la Casa Blanca (Joe Biden asumirá funciones el miércoles 20 de enero) podría ser cesado del cargo a partir de la invocación de la sección 4 de la 25° enmienda de la Constitución norteamericana. 

La enmienda establece que si, por cualquier motivo, el vicepresidente y la mayoría de los secretarios del Gabinete en funciones toman la decisión de que el Presidente es "incapaz de cumplir con los poderes y deberes de su cargo", tienen que dejarlo por escrito y enviarlo a dos personas a cargo: el presidente de la Cámara y el presidente pro tempore del Senado.

Entonces, el vicepresidente (en este caso Mike Pence) se convertiría inmediatamente en "presidente interino" y asumirá todos los poderes del Presidente.

Si el Presidente que fuera cesado del cargo quiere disputar esta medida, puede hacerlo, pero entonces correspondería al Congreso de los Estados Unidos resolver el asunto con una votación.

En este caso se necesitaría una mayoría de dos tercios en ambas cámaras para mantener al vicepresidente a cargo. Si no se alcanza ese umbral, el presidente recuperaría sus poderes.

La cercanía temporal a la asunción de Biden y la potencial búsqueda de calmar los ánimos en un escenario por demás convulsionado hacen pensar que esta figura no será aplicada y que, de no mediar nuevos inconvenientes, la transición presidencial (la misma que ahora Trump aseguró será “ordenada”) tendrá lugar. 

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