La pandemia del coronavirus se encuentra en su peor momento desde que fuera declarada como tal por la Organización Mundial de la Salud el 11 de marzo último. En esto, Estados Unidos rompió nuevamente su récord diario de contagios, con 74.513 infectados en las últimas 24 horas, superando por primera vez los 70.000 y elevando el total de casos en el país más golpeado del mundo a 3.490.735.

El balance de la última jornada también incrementa el número de muertos a 137.235 tras haber sumado 803 en las últimas 24 horas, de acuerdo con el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.

Estados Unidos sigue con un incremento vertiginoso de casos, ahora con más de 70.000 tras haber superado por primera vez los 60.000 el pasado 7 de julio, los 50.000 el 1 de julio y los 40.000 el 26 de junio, todo en menos de tres semanas.

Pese a que Florida, Texas y California son ahora los estados con más contagios, Nueva York se mantiene todavía como el estado más golpeado por la pandemia, con 404.006 casos confirmados y 32.427 fallecidos. Tan solo en la ciudad han muerto 23.353 personas.

A Nueva York le siguen la vecina Nueva Jersey con 15.634 muertos, Massachusetts con 8.368 e Illinois con 7.427, en tanto que siguen el listado California con 7.298, Pensilvania con 6.957, Michigan con 6.330, Florida con 4.521 y Connecticut, con 4.380.

El balance provisional de fallecidos -137.235- ha superado ya la cuota más baja de las estimaciones iniciales de la Casa Blanca, que proyectó en el mejor de los casos entre 100.000 y 240.000 muertes a causa de la pandemia.

Por su parte, el Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME) de la Universidad de Washington, en cuyos modelos de predicción de la evolución de la pandemia se fija a menudo la Casa Blanca, calcula que Estados Unidos llegará a octubre con unos 200.000 muertos.

El sistema sanitario 

Los hospitales en los escenarios mencionados se están expandiendo e incluso están maximizando su personal, equipos y camas, advirtiendo que los recursos hospitalarios se están viendo cada vez más abrumados.

Por caso, en Arizona (Texas) han activado planes de emergencia y solicitado camiones refrigerados para prepararse para el desbordamiento en las morgues. Los médicos dicen que las salas de emergencia están llenas y las unidades de cuidados intensivos los están obligando a priorizar a los pacientes más enfermos.

A partir de esto, los estados han comenzado a revertir sus reaperturas. El gobernador de California, Gavin Newsom, anunció el lunes que ordenaría que algunas empresas cierren nuevamente. 

El gobernador de Texas Greg Abbott estableció el uso obligatorio de mascarilla en todo el estado y cerró ciertos establecimientos. Doug Ducey, en Arizona, también volvió a imponer algunas restricciones, aunque se negó a exigir a los residentes que usen máscaras en los espacios públicos, en lugar de pedir el cumplimiento voluntario de los consejos de expertos en salud pública.