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El accidentado episodio que sufrió AF cuando nació su hijo: "Caí redondo desmayado"

En diálogo con Julio Leiva, el presidente de la Nación recordó el día del nacimiento de Dyhzy y el traspié que sufrió en la sala de partos. La entrevista completa, en esta nota.

El accidentado episodio que sufrió AF cuando nació su hijo: "Caí redondo desmayado"

El presidente de la Nación, Alberto Fernández, participó de una extensa entrevista para el ciclo Caja Negra donde repasó temas de la agenda política actual pero también compartió vivencias personales y anécdotas de su vida privada.

En diálogo con Julio Leiva, el mandatario contó cómo fue el día de nacimiento de su hijo Dyhzy y el traspié que sufrió cuando le tocó presenciar el parto: "Ocurrió que la mamá de Tani, Marcela, empezó con contracciones sobre la medianoche del día 15, Tani nació el 16 de diciembre. Hasta que llegó la hora a las 6 de la mañana dijeron 'bueno, hay que llevarlo a la sala de partos' y yo la estaba acompañando", contó Fernández.

"Yo aclaro que yo veo una gota de sangre y la paso muy mal. No soy un tipo preparado para eso", explicó y trató de fundamentar el accidentado episodio. "Pero lo cierto fue que vino una enfermera medio sargentona, me dijo 'bueno, bueno, vamos a llevar a la mamá a la sala de partos. Usted viene, ¿no?'. 'No, no', dije yo, 'No, no lo tenía previsto'", contó.

"'¿Cómo que no va a venir? ¿La va a dejar sola?', me dijo. Bueno, me tiró así una suerte de mameluco… Y me llevó de prepo al parto. Y la verdad es que cuando el obstetra me vio entrar, creo que el tipo se dio cuenta que lo mío no era eso y me hizo parar atrás del respaldo de la cama", continuó.

"Y vi que el obstetra por ahí empezó a juguetear. Y de repente hizo así y vi que tenía las manos llenas de sangre. Fue lo último que recuerdo. Caí redondo desmayado", aseguró el presidente. "Y al desmayarme caí sobre esos aparatos, para colgar el suero, que tienen como una pata, y son de hierro duro. Caí, me golpeé la cabeza. Ahí me partí la cabeza", dijo entre risas.

"Bueno, me despertaron y ahí me sacaron. Escuchaba al obstetra gritar 'para qué hacen entrar a los padres si no están para esto'. Y bueno. Y me sacaron, me cosieron, me pusieron una vendita, y de repente sale una enfermera y dice 'venga, venga, que ya está saliendo'", continuó el relato.

"Cuando entro lo veo que lo traen a Tani colgando de las patas, con la cabeza para abajo, todo morado. Lo pusieron en una mesada de acero inoxidable. Le metieron una manguerita para absorber no sé que cosa. Y ahí dije no, no me voy porque me desmayo de vuelta y ahí me fui y estuve media hora hasta que tuvo color y estuvo todo bien. Y ahí volví. Ya lo disfrute", concluyó Alberto Fernández.