En el día de hoy, el valor de la onza de oro llegó a los u$s 1649, marcando un máximo desde el 14 de febrero de 2013. El rally alcista se ve impulsado por un aumento en el número de casos del coronavirus, donde su cotización subió 2,7% en sólo dos días. 

¿Cómo es posible que exista correlación entre una epidemia y el precio del oro? Históricamente, la cotización de ciertos bienes básicos, que no cuentan con valor agregado incorporado y se usan como materia prima para elaborar otros bienes (denominados commodities), suele variar bruscamente cuando ocurren eventos disruptivos para la economía mundial. El caso reciente de Apple, que vio afectada sensiblemente su producción y sus ventas en China como consecuencia del brote del Covid-19, es un claro ejemplo.

Eventos de este estilo generan efectos en cascada, los cuales afectan las cadenas de producción y de comercio globales, y derivan en que los agentes se vuelquen a comprar determinados commodities a modo de resguardo. De esta forma, un aumento en la demanda de estos bienes básicos se traslada en una suba en su precio. 

El oro es un commodity particular, ya que es aceptado globalmente como reserva de valor. Este metal precioso es tratado como un refugio frente a aumentos en la volatilidad de la economía, ya que se trata de un bien sumamente escaso y cuyo abastecimiento crece a un ritmo muy lento. Actualmente, más del 95% del oro disponible en el mundo se encuentra almacenado en bóvedas o en forma de joyería. 

Durante los últimos meses, el precio del oro se vio afectado por una sumatoria de factores generadores de incertidumbre: la guerra comercial desatada entre Estados Unidos y China, el avance del Brexit, el asesinato del General Soleumani en Irán, y la actual epidemia de coronavirus. Estos hechos generaron un aumento en casi u$s 200 en el valor del metal dorado desde diciembre pasado hasta la fecha, lo que equivale una ganancia de 13%.

De esta forma, aquellos inversores que están mirando con pesimismo la marcha de la economía mundial, ven en el oro no sólo una posibilidad de resguardarse de la incertidumbre, sino también de generar beneficios a partir de ella.