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El regreso al mar de dos ballenas jorobadas en Nueva Atlantis y La Lucila

Los ejemplares habían quedado varados y fueron salvados por equipos especializados. Mirá las imágenes.

El regreso al mar de dos ballenas  jorobadas en Nueva Atlantis y La Lucila
El regreso al mar de dos ballenas jorobadas en Nueva Atlantis y La Lucila

En menos de 48 horas lograron salvar a dos ballenas jorobadas que habían quedado varadas en distintos puntos de la Costa Atlántica. La primera, una hembra juvenil de 9,8 metros de largo y aproximadamente 8 toneladas de peso, varó el domingo 3 de octubre en las playas de la localidad balnearia de Nueva Atlantis, en el Partido de la Costa; la segunda, un macho de 8,5 metros de largo y aproximadamente 7 toneladas, apareció la noche del lunes 4 en La Lucila del Mar. 

En ambos casos, vecinos dieron aviso a la Fundación Mundo Marino quien, con ayuda de la Secretaría de Desarrollo Sostenible y Ambiente del Partido de la Costa, Defensa Civil, Prefectura Naval Argentina, Bomberos Voluntarios y Guardavidas, pudieron regresar a ambas ballenas al mar. En total, 30 personas ayudaron para que el rescate fuera exitoso.

 

 "Se procedió inmediatamente a realizar las tareas de soporte primario, es decir asegurar la posición del ejemplar para que pueda respirar, mantener las aletas pectorales bajo el agua a fin de facilitar dentro de lo posible la estabilización de su temperatura corporal. Se tornó dificultoso el accionar dado que el animal con la fuerza del oleaje dio un giro y quedó en un momento con su espiráculo bajo el agua, quedando expuesto a que ingresara agua a sus pulmones. Gracias a un rápido accionar y capacidad técnica del equipo de rescate, pudieron rápidamente volver a enderezarla", explicó Sergio Rodríguez Heredia, biólogo y responsable del Centro de Rescate de la Fundación Mundo Marino.

La ballena jorobada que varó en Lucila del Mar

Para facilitar que la ballena recupere capacidad de flote se le colocaron unas lingas especiales bajo su cuerpo a la altura de sus aletas pectorales para que pudiera ser elevada por una máquina retroexcavadora con el objetivo de liberarla del fondo arenoso y llevarla a una zona de mayor profundidad. Ya, unos metros aguas adentro y con la ayuda de todos los rescatistas, los procedimientos de reflotación continuaron para que la ballena pudiera restablecer su movilidad reduciendo el acalambramiento producto del encalle. Poco después el animal comenzó a nadar por sus propios medios y logró alejarse de la costa.

El regreso al mar de una ballena jorobada que había quedado varada en la Costa Atlántica

“El operativo de rescate y reinserción del animal varado pudo ser realizado en menos de una hora y eso es algo que nos pone muy contentos, no sólo por la ballena, sino también porque es un indicador de que toda la experiencia que hemos acumulado a lo largo de cientos de rescates la hemos podido sistematizar en aprendizajes, información, técnicas y herramientas que nos permiten tener más posibilidades de salvar a estos animales cuando necesitan nuestra ayuda”, detalló Andrea Cabrera, vicepresidenta de la Fundación Mundo Marino. 

Ballena en la localidad de La Lucila del Mar

Sobre la segunda ballena Augusto Giachetti, director de Defensa Civil del Partido de la Costa manifestó: "Por el horario nocturno y la falta de luz en ese momento no se podía realizar ningún trabajo por razones de seguridad. Personal de Fundación Mundo Marino constató que el animal se encontraba en buen estado de salud y procedimos a verificar las tablas de marea y horarios de primera luz para poder comenzar con el operativo de trabajo priorizando que fuera realizado de la manera más segura posible tanto para el animal cuanto para todos los rescatistas involucrados".

Como con el varamiento anterior, el operativo evolucionó rápidamente. Fue necesario enderezar el animal, utilizar la asistencia de una retroexcavadora y lingas especiales para movilizarla a una profundidad donde fuera posible que flotara. Una vez allí la ballena reaccionó rápidamente y pudo nadar mar adentro.