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El violento relato de abuso de Magui Bravi: "Le pedí llorando que pare"

A través de sus redes sociales, la bailarina contó la desagradable experiencia que vivió a los 19 años.

El violento relato de abuso de Magui Bravi: "Le pedí llorando que pare"

A raíz de la denuncia de Thelma Fardín contra Juan Darthés, muchas mujeres reunieron el coraje necesario para contar sus historias de abusos. Algunas dieron el nombre de su agresor, mientras que otras, por el momento, prefieren mantenerlo para sí mismas o su círculo íntimo. 

La bailarina Magui Bravi fue una de ellas y sobre el final del relato les agradeció a Calu Rivero y Thelma Fardín por incentivar a todas a contar sus dolorosas experiencias y hacer visible la enorme cantidad de casos de acoso, abuso sexual y violación.

A través de su cuenta de Instagram, Bravi contó con detalles lo que le pasó cuando tenía 19 años.

"No quería contarlo quizás hasta por vergüenza. Pensé mil veces cómo iba vestifa ese día. Si yo tenía algo de culpa. No soy una mina que le guste mostrarse débil y cada vez que me acuerdo, me desarmo.

No puedo grabarme, pero quizás pueda escribirlo, y quizás ayude a alguien más a seguir HABLANDO.

Hice terapia por años, pero no olvido: tenía 19 años. Buenos Aires. Mi vida era la facultad, el baile y me preparaba para ser azafata. Otra vida y parece que fue ayer con todo lo que leí estos días: Tarde/noche, bajando del subte me tocaron el culo, normal, corriente. Tiré un par de puteadas y todos miraron para otro lado. Intuyo que fue el mismo el que me siguió. O quizás no y yo no me di cuenta. 

En la puerta de mi departamento, un hombre desconocido de 35 me dijo que era del 5to y me empujó para adentro muy rápido. Trabó la puerta con algo y me metió al pasillo. Me ahorcaba y trataba de violarme. El único segundo que me sacó las manos del cuello y del cuerpo, pidiéndome que me desvista, le pedí llorando que pare y traté de defenderme, le dije que no.

Me pegó, me tiró al piso y me empezó a llenar de patadas mientras de desabrochaba el pantalón. Recién en ese momento se escuchó el ascensor y salió corriendo.

Después de eso todo acoso laboral y abuso de poder que viví (y fueron mucho, sobre todo en el medio artístico) fueron soportados por un umbral de dolor altísimo, casi como si fuera algo normal. 

Esto tiene que terminar. Hoy no estoy sola. Gracias Calu, Gracias Thelma. Gracias a todas las que están hablando. Esta ola no va a parar. Que caigan todos. #SeVaACaer #MiráCómoNosPonemos".

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