Yuri Gagarin nació en 1934 en el pueblo de Klúshino, en una localidad que años después sería bautizada con su nombre. A los 21 años ingresó en la Primera Escuela Superior de Pilotos de la Fuerza Aérea. Dos años después ya había acumulado 166 horas y 47 minutos de tiempo de vuelo, así que fue ascendido a teniente en la Fuerza Aérea Soviética. En noviembre de 1959 fue ascendido a teniente primero. En los últimos días del año fue entrevistado por una comisión médica para un programa espacial. 

La llamada “carrera espacial” fue uno de los ejes más impactantes de la Guerra Fría. Tanto Estados Unidos como la Unión Soviética buscaban conquistar el espacio más allá de la Tierra para demostrar su poderío tecnológico. El hombre que iba a hacer historia era Yuri Gagarin, que cuando fue elegido para viajar en la primera nave tripulada por un ser humano no sabía los peligros que asumía. Yuri, de alguna manera, estaba siendo un conejillo de indias. De hecho, se planteaban preguntas que no podían responderse antes de mandarlo al espacio: ¿podría un ser humano sobrevivir en el espacio? Y en caso de hacerlo, ¿podría regresar?

Cuando  llegó el momento de lanzar la nave Vostok 1 al espacio, poca gente confiaba en la seguridad de los cohetes y en sus sistemas de comunicación. Era un riesgo enorme. De hecho, cincuenta años después del lanzamiento, el ingeniero a cargo, Boris Chertok, dijo: “Si la nave espacial Vostok se presentara a los científicos de hoy, nadie votaría a favor de lanzar una cosa tan improvisada como esa al espacio”. El programa Vostok hizo su primer lanzamiento en mayo de 1960, menos de un año antes de la misión de Gagarin. A bordo de la nave había un maniquí al que llamaron Ivan Ivanovich.

Finalmente, la nave se lanzó. Fue el 12 de abril de 1961. Transportaba una cápsula de dos metros de diámetro con forma de esfera que fue soltada más allá de la atmósfera. En su interior viajaba Yuri Gagarin. 

Yuri Gagarin se convirtió en una celebridad, y en un héroe. Para la Unión Soviética fue el hombre que consiguió una victoria enorme en la carrera espacial. Para el mundo, era un superhombre. Fue enviado de gira por todos los continentes, y en cada lugar fue recibido como una estrella.

Ese fue el comienzo de una época oscura: dejó de tener vida privada, no podía ir a ningún lado sin ser abordado por fanáticos que querían abrazarlo, tocarlo, conversar con él. Su intención era volver a volar más allá de los límites del planeta, pero la Unión Soviética no se lo permitió. Un héroe nacional no debía correr nuevos riesgos. Se dedicó a entrenar a otros cosmonautas y se matriculó como ingeniero.

Después de la muerte de Gagarin, la carrera espacial continuó. En enero de 1969, la Unión Soviética logró el primer intercambio de tripulación en órbita de una nave a otra. En julio de ese año, Estados Unidos llegó a la Luna. En 1970, los soviéticos fueron los primeros en enviar datos a la Tierra desde la superficie de otro planeta, en este caso Venus. En el 71, Estados Unidos fue el primer país en lograr que un satélite orbitara en otro planeta. Lo hizo en Marte. Así, hasta la disolución definitiva de la Unión Soviética en 1991, todos los años hubo algún hecho de relevancia, pero podría decirse que la carrera espacial fue un empate decretado en 1975. 

Pasaron 61 años desde el hito de Yuri Gagarin. 61 años desde que un muchacho de 27 años y un metro 57 centímetros de altura voló, estuvo 108 minutos en el espacio, en una cápsula extremadamente pequeña. Desde entonces, muchos lugares de la ex Unión Soviética lo recuerdan con estatuas, murales y monumentos.