El vuelo 779 de Spirit Airlines viajaba desde la ciudad de Nueva York hasta Fort Lauderdale, pero tuvo que descender en Carolina del Norte porque se sentía un olor desagradable que descompuso a los viajeros.

Los pasajeros comenzaron a quejarse porque sentían que había olor a "medias sucias" dentro del avión. Algunos terminaron descompuestos y vomitando por las nauseas que les provocó la esencia que inundó el avión desde la parte delantera hasta llegar al fondo.

Al aterrizar, los 220 pasajeros y tripulantes descendieron a la pista hasta que entró personal a controlar la aeronave.

Según medios locales, 12 personas, incluido un miembro de la tripulación, tuvieron que ser trasladadas a un centro médico porque tenían los ojos irritados y complicaciones para respirar.

Uno de los pasajeros describió que se sentía la presencia de un gas "como cuando dejás el horno abierto por algunos minutos".

El destino de los pasajeros era Fort Lauderdale, Florida, pero el aterrizaje de emergencia tuvo lugar en el aeropuerto ubicado en Myrtle Beach, Carolina del Sur.

"Teníamos miedo porque no sabíamos qué iba a pasar", dijo otro de los pasajeros que iba en el avión, y detalló: "Algo como eso no pasa de la nada".

No hubo un comunicado oficial sobre el motivo del olor.