El 28 de julio de 2021, Pedro Castillo asumió la Presidencia de Perú. A casi un año de mandato, fue citado por la Fiscalía de la Nación para ser interrogado. La investigación preliminar que se sigue apunta a un presunto caso de corrupción en el actual Gobierno.
Según trascendió, Castillo caminó las ocho cuadras que separan la sede judicial de la Casa de Gobierno, acompañado de aproximadamente treinta custodios y asesores. Días atrás, la defensa del presidente peruano había tratado de frenar la investigación ante el Poder Judicial, pero finalmente el mandatario decidió someterse al interrogatorio.
La razón por la cual lo investigan tiene que ver con presuntos delitos de tráfico de influencias, organización criminal y defraudación agravada por una causa que involucra a su entorno político y familiar.
Se trata de la causa "Puente Tarata III". La Fiscalía busca averiguar si un exministro de Transportes, seis legisladores, un exsecretario general de la Presidencia y dos sobrinos de Castillo integraban una supuesta red criminal encabezada por el mismo Presidente para conceder contratos de obras públicas a empresas privadas a cambio de sobornos.