10Pines, una empresa de software de Argentina, sorprende con un enfoque novedoso para decidir los salarios de sus empleados. La compañía permite a su personal decidir el sueldo de sus compañeros, en un intento por avanzar hacia la transparencia y la democracia en la toma de decisiones.
La experiencia fue retratada en un informe de la BBC, donde Ariel Umansky, trabajador de la empresa, cuenta que decidió rechazar su propuesta de aumento salarial del 7% en diciembre del año pasado. El argumento es que no podía justificarlo frente a sus colegas. Incluso, señaló que era la segunda vez en cinco años que rechazaba un aumento en 10Pines.
"Me sentí un poco inseguro y expuesto por estar cerca o incluso encima de personas que consideraba que tenían un mejor desempeño que yo", explicó Ariel, y advirtió que "es fácil sentirse como un fraude".
La compañía tiene dos tipos de aumentos de sueldo: por inflación y por crecimiento. El primero se realiza al menos dos veces por año y es igual para todos los empleados.
Respecto al segundo ítem, para "el aumento por crecimiento hay 3 revisiones al año, donde un grupo de interesados se junta para revisar la escala de sueldos. Este está formado por roots y la idea es que vayan rotando, siempre tratando de incluir al menos un miembro de cada equipo para tener referencias de sus compañeros. Partiendo de la evaluación que cada pino haya hecho con su mentor, se analiza si el sueldo es representativo de sus responsabilidades. En caso de ser necesario un ajuste de escala, se propone un aumento", indica su página web.
10Pines es una empresa de tecnología fundada en 2010 con 85 empleados, que tiene sede en Buenos Aires. Posee clientes como Burger King y Starbucks, y crean cosas como tarjetas de fidelización en línea para clientes, aplicaciones y plataformas de comercio electrónico.
"Un aspecto clave (de los salarios abiertos) no es saber cuánto ganan todos, sino saber quién gana más que quién, es la jerarquía, ¿verdad?", dijo Umansky.
En este sentido, la empresa apunta a tener una jerarquía plana y transparente con sus empleados, tanto como sea posible. Luego de un período de prueba de tres meses, el nuevo personal se une al resto del equipo en reuniones abiertas mensuales en las que se deciden las cuestiones clave de la compañía: nuevos clientes potenciales, gastos, finanzas y salarios.
"Parece un delirio que nadie le diga qué hacer a nadie, pero es la extrema confianza que nos tenemos la que nos lleva a ser responsables y empujar para el mismo lado. Sin embargo, no siempre pensamos todos igual y solemos debatir bastante cada decisión que tomamos. Lo importante es que toda decisión se toma por consentimiento, o sea, se busca que no haya nadie con dudas o en contra de lo que se está proponiendo. Esto es diferente del consenso, donde se busca que todos estén de acuerdo, o de la votación, donde puede haber gente que no quede conforme", señala la página web de 10Pines sobre la toma de decisiones.
De esta forma, la empresa igualmente tiene figuras de alto nivel que son socios, conocidos como "asociados" y "maestros". "Como no hay jefes que decidan los aumentos, delegamos el poder al pueblo", señala Jorge Silva, cofundador y "maestro", "no queremos una brecha salarial como en Estados Unidos", sentencia.