Altos de Chipión, una pequeña localidad cordobesa, es noticia por estas horas por un hecho inaudito.
En una "zona roja", de acuerdo a la clasificación del Gobierno provincial por el alto riesgo epidemiológico -acumula 446 casos y cinco fallecidos desde el inicio de la pandemia-, una familia organizó una fiesta clandestina a la que asistieron unas 20 personas.
"Luego del evento, la dueña o la hija de la dueña presentó algunos síntomas e inmediatamente se hisopó. Al darle positivo, se aisló a todos los contactos que habían tenido", informó el intendente Nerys Garranza.
Sin embargo, lo insólito y repudiable sucedió después. Una vez conocido el resultado del test, hicieron otra fiesta, a la que denominaron "La fiesta de los aislados". "Es una cosa fuera de razón", afirmó el intendente.
En las últimas 24 horas, la provincia sumó 20 muertos y 2.357 casos de Covid-19.