La muerte súbita puede sorprender en cualquier momento: en la calle, en casas, en el trabajo. Por ello, con la estadística que marca que siete de cada diez muertes ocurren fuera de un hospital, las 16 estaciones del tren Sarmiento se convertirán en espacios cardioprotegidos, al igual que todas las sedes comunales de la Ciudad. Es decir, contarán con desfibriladores que permitirán la asistencia inmediata en casos de urgencia.

Los Desfibriladores externos automáticos (DEA), ya fueron colocados entre Once y Liniers y, durante la semana, se instalarán los aparatos en el resto de las estaciones. Será una primera experiencia de prueba, que dará el puntapié inicial para evaluar la posibilidad de extenderla en el resto de los trenes metropolitanos.

Este proyecto no solo se basó en la instalación de los equipos, sino que además incluyó la capacitación de todo el personal. Desde los que trabajan en la boletería hasta el sector de limpieza, debieron aprender el correcto uso de los equipos y electrodos, como la detección de los síntomas, para garantizar el funcionamiento del servicio.