A un año de la muerte de Diego Armando Maradona, sus hermanas dedicaron y celebraron una misa, en la Parroquia San Expedito Mártir Iglesia Apostólica Católica de Garín, partido de Escobar, en su memoria. 

Ana Estela, Rita Mabel "Kitty", María Rosa "Mary" y Claudia Nora "Cali" Maradona asistieron al encuentro, que estuvo a cargo de Adrián Guedes, Monseñor de dicho templo, quien mantenía una estrecha relación con el Diez por la constante ayuda económica que brindó para ayudar a las clases más vulneradas y así poder erradicar la desigualdad y las carencias que el sistema suele evidenciar.

"Ese Diego hizo mucho bien a mucha gente y hoy se enteran de dónde venía esa ayuda", Monseñor Adrián Guedes.

"En mucha reserva, alimentaba y compraba remedios para los necesitados", contó este jueves Guedes, en declaraciones a Télam. "Hoy escuchaba que muchos decían que era el rey del fútbol y él supo manejar la pelota de la vida, no solamente lo público que todos vieron. Nunca dejó a los más necesitados a pie, seguro estará enojado por comentar sus obras de bien, esas obras que mantuvo en secreto. Ese Diego hizo mucho bien a mucha gente y hoy se enteran de dónde venía esa ayuda", manifestó.

El sacerdote expresó que Maradona se ocupó en el anonimato de la "alimentación de mucha gente que la pasaba mal, de remedios, comedores para las parroquias y asistencia para los bomberos".

"Muchas de sus obras llevaron la firma de Diego en silencio. Diego veía qué era lo necesario, lo urgente, y también le llevábamos nuestras inquietudes y él ayudaba. Maradona quería ser recordado y el amor del mundo es un don extra que le brindó Dios", cerró.

A sus palabras, se sumaron las de Ana para agradecer al "pueblo argentino" por "recordarlo todos los días". "Estamos muy tristes pero lo tenemos presente en el corazón con mucho amor y cariño. Diego siempre venía acá. Lo amamos eternamente, lo amaremos siempre, hasta nuestro último minuto", expresó.