El diputado nacional del Frente de Todos, Leandro Santoro, reconoció que le gustaría que el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, "esté en el Gobierno" y se llamó a que "otros actores" de la coalición oficialista "tengan un rol más protagónico" en las decisiones del Ejecutivo.

De este modo, el legislador porteño sostuvo que la llegada de Silvina Batakis al Palacia de Hacienda se "produjo un proceso de capitalización política" en esa área "que debe continuar". "A mí me gustaría que Sergio Massa esté en el Gobierno y que haya menos ministerios y que tengan más poder", expresó.

En este sentido, en una entrevista radial, añadió: "Deseo además que Alberto (Fernández) y Cristina (Fernández de Kirchner) tengan un diálogo permanente. El presidente y la vicepresidenta son el corazón de nuestra construcción política", por lo que ahora se siente "un poco más esperanzado", con sanear las internas.

"Es una funcionaria con experiencia, muñeca política y reconocimiento de sus pares", destacó Santoro sobre la flamante titular del ministerio de Economía y tildó de "inteligentes" las primeras declaraciones de la ministra.

"Las coordenadas con las cuales empezó a construir su diálogo con la sociedad es lo que se espera de una ministra de Economía", agregó y continuó: "Es cierto que no ayudó en esta etapa la terrible irresponsabilidad de (Martín) Guzmán de renunciar "al Ministerio (de Economía) de forma intempestiva".

"Ahora estamos en el inicio de un proceso de capitalización política del área económica del Gobierno que tiene que continuar. La única manera de disciplinar el poder económico, de ordenar el conflicto distributivo y generar un círculo virtuoso del desarrollo es con un empoderamiento de la política", explicó sobre un proceso que "se inició con la llamada de Alberto (Fernández) a Cristina (Fernández de Kirchner)".

"No existe ninguna posibilidad, por más capacidades que tenga Silvina Batakis, de recomponer la confianza en la economía si no mandamos un señal política muy clara y contundente de unidad", indicó, y admitió que hay "una crisis de expectativas" y que por eso se necesita "un shock de confianza".

"La política debe revertir las expectativas y reordenar los conflictos internos. Cuando la política pierde poder, son los dueños del dinero los que terminan definiendo como es la distribución funcional del ingreso. La inflación es puja distributiva y eso es un conflicto de poder", cerró.