El jueves último, la Cámara de Senadores aprobó por amplia mayoría el proyecto de Ley de Etiquetado Frontal. Con 64 votos a favor y 3 en contra, el proyecto obtuvo media sanción y se dirige a Diputados.

La Ley busca garantizar información clara y veraz a los consumidores sobre los excesos de los componentes perjudiciales para la salud que se encuentran en productos procesados, bebidas no alcohólicas y preenvasados. Los productos que tengan un exceso en azúcar, sodio y grasas tendrían en la parte frontal del envase un sello de advertencia indicando el nutriente que está en exceso.

En contra del proyecto de Ley se pronunciaron las lesgisladoras de Tucumán, Silvia Elías de Pérez, de la Unión Cívica Radical; Beatriz Mirkin, del Frente de Todos; y la riojana Clara Vega, del interbloque Parlamnetario Federal. En Tucumán se erige el lobby azucarero, con 15 de los 21 ingenios en sus tierras.

"Esta ley ataca el azúcar, van a hacer que cualquier producto que tenga un gramo más de azúcar deba llevar un sello", se quejó Elías de Pérez. Al cruce salió la senadora oficialista y una de las autoras del proyecto, Anabel Fernández Sagasti: "Esto no es contra nadie, esto es por la salud de los argentinos".

La senadora Vega se sumó a las críticas con el argumento de que una persona pobre "no va a mirar el etiquetado, va a mirar los precios". También remarcó que "este no es un problema de sellos de advertencia sino de educación".

En tanto, Fernández Sagasti dijo estar "convencida de que mejorar la calidad de la información de los alimentos que consumimos es una demanda social". Y apuntó contra quienes no votaron a favor de la Ley: "paren de repetir mentiras de lobistas que no dan la cara y llaman a los legisladores para que digan mentiras".

El radical Julio Cobos, otro de los autores del proyecto apoyó a la senadora y aclaró que el sistema "va en beneficio del consumidor" y que "no se está demonizando ningún producto ni prohibiendo nada".