Este martes, Nueva Zelanda registró, por primera vez en seis meses, un contagio de Covid-19 por transmisión local, y la primera ministra, Jacinda Ardern, dictó un confinamiento de tres días para todo el país.
"Hemos visto lo que puede ocurrir en otros lugares si no llegamos a controlar la situación. Solo tenemos una oportunidad", indicó la mandataria, quien afirmó que el país -que no registraba casos de tranmisión local desde el 28 de febrero- no puede correr riesgos con la variante Delta.
Según el anuncio oficial, toda la población del país será confinada durante tres días y aquellos neozelandeses que residan en las ciudades de Auckland y Coromandel -de la Isla Norte-, deberán aislarse por una semana.
La pandemia en Nueva Zelanda
A excepción del caso del ex ministro de Salud David Clark, quien fue apartado de su cargo luego de viajar a la playa durante el aislamiento estricto, el Gobierno ha sido reconocido por su buen manejo de la situación sanitaria.
Desde el inicio de la pandemia, acumula 2.927 contagios y 26 muertos -cifra que no se mueve desde el 15 de febrero-.
Pese a estos números, la vacunación avanza lentamente: el 30% recibió al menos una dosis y el 17.59%, ambas.