Crece la preocupación en Argentina por un nuevo bote de sarampión, luego de la detección de seis casos que fueron informados en el último mes, con un total de 18 casos en el año. Ante esa preocupación de los organismo de salud del país, se elevaron las medidas de prevención para evitar su expansión.

Según detallaron desde la Secretaría de Salud de la Nación, dos de los casos fueron detectados en el conurbano bonaerense, mientras que otros cuatro en áreas de la Ciudad de Buenos Aires. De ellos, dos fueron adultos y los cuatro menores de edad, no alcanzan los cuatro años. Ahora,  todos los niños y niñas de entre 13 meses a 4 años inclusive, deberán acreditar al menos dos dosis de vacuna triple viral.

La medida que se realizó en consenso con los Ministerios de Salud de la Provincia de Buenos Aires y de Capital Federal, tras la confirmación de los nuevos seis casos, y luego de la Actualización Epidemiológica emitida el pasado 13 de septiembre, tiene que ver con que se halló correlación entre algunos de estos casos y los anteriores.

La circulación endémica de la sarampión fue extinta en el 2000 y hasta la fecha se registraron 49 casos importados o relacionados a importaciones. En este nuevo siglo, hubo tres brotes preocupantes. Uno en el 2010, donde se descubrieron 17 casos, y otro en 2018 con tres brotes.

Fundación Huésped también se expresó al respecto y en un comunicado publicó la alerta a Argentina y detalla que "la re-emergencia a nivel mundial (los casos han crecido un 300% en este año) y la situación epidemiológica en Brasil (especialmente en San Pablo), donde se confirmaron más de 4500 casos y 4 muertos, generan un aumento muy relevante del riesgo en Argentina".

"Es clave implementar medidas inmediatas para el efectivo control del brote en curso. La población general debe tener las vacunas al día según la edad y, ante la presencia de rash (manchitas en la piel) y fiebre (más de 38o), consultar de inmediato independientemente de la edad y el antecedente de viaje", recomienda Huésped.

Por último, mantiene la alerta en todos los niveles para evitar una expansión de la enfermedad por falta de tratamientos o conocimiento. "Es fundamental tomar dimensión del potencial peligro de la situación y reaccionar en forma inmediata, coordinada y sólida para que Argentina siga libre de sarampión".