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Pases pasivos: ¿Nuevas leliq?

En un frágil contexto financiero, el instrumento gana volumen y relevancia a partir del temor en la salida de depósitos bancarios y las dudas sobre el futuro de las Leliq.

Pases pasivos: ¿Nuevas leliq?

Hace algunas semanas, advertimos acerca del pasivo del Banco Central, por su tamaño y velocidad de crecimiento, particularmente a partir de las Leliq. Las Letras de Liquidez representan el grueso del pasivo del BCRA, superando el billón de pesos (millón de millón). Su altísima tasa de crecimiento se mantiene estable, en niveles del 80% anual, y no se ha presentado ningún plan para desarmar estas colocaciones.

Sin embargo, a partir de los resultados de las PASO está tomando relevancia una operación mediante la cual los bancos comerciales parecerían estar priorizando la liquidez en un contexto sumamente volátil en términos financieros, anticipándose a una posible aceleración en la salida de depósitos (como los plazos fijos). Además, el crecimiento de este instrumento refleja una creciente cautela por parte de los bancos frente a un eventual desarme de las Leliq. 

Estas operaciones se denominan Pases, y, al igual que con las Leliq, sólo están disponibles para los bancos comerciales. Es necesario aclarar que existen dos tipos de Pases: los activos, que corresponden a préstamos realizados por el BCRA a los bancos, y los Pases pasivos, colocaciones de los bancos en el BCRA. En adelante sólo nos referiremos a estos últimos. 

En los hechos, estos bancos inmovilizan su dinero durante un día en las arcas del Banco Central a cambio de un interés. El rendimiento de este instrumento se encuentra actualmente por encima del 70% anual. 

Diferencias con las LELIQ

Existen similitudes y diferencias: en primer lugar, ambos instrumentos del BCRA responden a la necesidad de la autoridad monetaria de absorber liquidez del mercado, es decir, sacar pesos de circulación. Según la óptica de Sandleris, “secar” de pesos la economía es una medida efectiva para contener la inflación. 

Por otro lado, encontramos una diferencia sustancial que salta a la vista y explica la relevancia que han tomado los Pases durante el último tiempo: mientras las Leliq tienen un plazo de 7 días, los Pases se concretan a sólo 1 día de plazo. Teniendo en cuenta que las Letras de Liquidez son de por sí elementos a muy corto plazo, el nuevo instrumento en cuestión lleva el cortoplacismo al extremo.

De esta forma, si los bancos quieren retirar sus posiciones en pesos sólo deben esperar 24 horas para recibir los billetes. El problema reside en la velocidad de crecimiento que está teniendo el volumen de esta operación: a comienzos de agosto, el stock de Pases se encontraba alrededor de los $ 5.000 millones mientras que durante esta semana ronda los $ 150.000 millones.

Menor plazo, mayores problemas

Finalmente, estamos frente a un instrumento que contiene emisión de pesos futuros con un margen de maniobra muy pequeño para el Banco Central, debido a su rápido vencimiento. A la hora de consolidar en números la cantidad de dinero que debería inyectar el BCRA para hacer frente al conjunto de sus pasivos remunerados (Leliq + Pases), nos encontramos con más de $ 1.250.000 millones, lo cual equivale a la totalidad de la base monetaria (los pesos en circulación sumados a los depósitos en los bancos). 

Como se ve, mientras todo el mundo discute acerca del nivel de activos en dólares del BCRA y sobre los depósitos en billete verde, los pasivos del Banco Central no hacen más que crecer, y de forma muy rápida. Las consecuencias de esta gigantesca inflación contenida deberán ser atendidos de forma urgente por la próxima administración.

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