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Phineas Fisher: el hacker que filtró datos del Banco de las Islas Caimán

Autoproclamado como anarquista, el "hactivista" y presunto autor de la filtración, defendió su ataque como una "herramienta para combatir la desigualdad económica".

Phineas Fisher: el hacker que filtró datos del Banco de las Islas Caimán
Phineas Fisher hackea el Banco Nacional de las Islas Caimán.

La divulgación de información de 1.500 se produjo a partir de un hackeo masivo al Banco Nacional de las Islas Caimán, la cual incluyó 2,2 Terabytes de filtraciones de titulares de cuentas, documentos, comunicación interna de la entidad y clientes y copias de los servidores del banco.

Phineas Fisher es el "hacktivista" (quien utiliza el hackeo para bien público) que  que se adjudicó la entrega de los datos filtrados al sitio Distributed Denial of Secrets, un hecho comparable a la publicación de los Panamá Papers.

Entre las personas afectadas por esta filtración están el ex presidente del Banco de Moscú Andrey Borodin y sus familiares, Ariel “Ari” Emanuel, un agente de entretenimiento en Hollywood y el hermano del ex alcalde de Chicago, Rahm Emanuel.

Ahora, tras el hackeo al Banco de las Islas Caimán, el hacktivista ofrece una recompensa de 100 mil dólares para quien actúe de la misma forma contra empresas que podrían resguardar documentos de interés público.

Phineas Fisher publicó el documento “Una guía DIY para robar bancos”, donde explica los motivos que llevaron al hackeo y las recompensas para quienes quieran seguirlo:

“Hackeé un banco. Lo hice para dar una inyección de liquidez, pero esta vez desde abajo y a la gente simple y humilde que resiste y se rebela contra las injusticias en todo el mundo. En otras palabras: robé un banco y regalé el dinero.

El hacking informático es una herramienta poderosa para combatir la desigualdad económica”, dice en ese texto donde describe al capitalismo como “un sistema en el que una minoría se ha venido a apropiar de una vasta mayoría de los recursos del mundo a través de la guerra, el hurto y la explotación.

Para hacernos escuchar, a los hackers a veces nos toca taparnos la cara, porque no nos interesa que vean nuestro rostro sino que entiendan nuestra palabra."