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"Pintó la yuta", el grito de "los cowboys" antes de un sangriento tiroteo

Comenzó el juicio a los ladrones que el año pasado, disfrazados de vaqueros, se tirotearon con la Policía en la zona de Tribunales. Hubo 3 heridos: una jueza, un empleado judicial y uno de los asaltantes.

"Pintó la yuta", el grito de "los cowboys" antes de un sangriento tiroteo

Un empleado de la joyería asaltada por la llamada “banda de los Cowboys” que el 6 de febrero del año pasado protagonizó tres tiroteos con la policía en la zona de los tribunales porteños, declaró este lunes en el juicio que los delincuentes empezaron a disparar desde el local al grito de “¡pintó yuta!”.

El testimonio se escuchó durante la primera audiencia del juicio oral ante el Tribunal en lo Criminal (TOC) 26, integrado por los jueces Marta Yungano, Carlos Rengel Mirat y Javier de la Fuente.

Los imputados son Carlos Alberto Antequera (33), quien resultó herido de bala y fue detenido en el lugar el día del hecho, y René Waldemar González Chávez (41), quien fue apresado días más tarde al ser reconocido en unos videos.

Los principales testigos de la jornada fueron la dueña, el hermano y un empleado de la joyería "Yoni", ubicada en la calle Libertad 395, donde el año pasado empezó el asalto que derivó en tres tiroteos, en los que se efectuaron 60 disparos y hubo tres heridos.

La jueza Alejandra D'Agnillo, herida durante los tiroteos en la zona de Tribunales.

Marcos Peralta, el empleado del local, brindó ante el tribunal detalles de toda la secuencia del robo desde que los dos ladrones ingresaron armados y disfrazados con sombreros de vaqueros hasta la llegada del primer policía y el inicio de la balacera.

El hombre recordó que aparte de apoderarse de algunas joyas, a él los ladrones le sacaron 13.000 pesos de su propiedad que tenía encima.

Relató que ni bien vieron que se acercaba el policía, uno de los ladrones gritó "¡pintó yuta!" y comenzaron a dispararle desde dentro de la joyería para luego salir del local y subirse a la camioneta que los esperaba en la puerta con un cómplice.

Lilit Guioulnazarián, la dueña de la joyería, de origen armenio, indicó que los delincuentes se apoderaron de joyas de oro que tenían "mucho valor", aunque no pudo precisar el monto del botín. 

Su hermano, Savac, quien también se encontraba adentro de la joyería, relató ante los jueces que los delincuentes actuaron con él de manera violenta, ya que lo lastimaron al reducirlo a culatazos en la cabeza.

Antequera y González Chávez llegaron al juicio acusados de "robo agravado por el uso de armas de fuego, homicidio en grado de tentativa agravado por el uso de un arma de fuego -dos hechos-, encubrimiento y portación ilegal de armas de guerra".

Cómo fueron los hechos

De acuerdo a lo reconstruido durante la instrucción por la fiscal Cinthia Oberlander y el juez Fernando Caunedo, el 6 de febrero de 2018, a las 14, los dos imputados, junto a un tercer hombre que aún no pudo ser identificado, llegaron en una camioneta Ford EcoSport robada a la joyería "Yoni" e iniciaron el asalto.

Un efectivo de la ex comisaría 3ra. (actual 1A) de la Policía de Ciudad acudió al lugar alertado por un comerciante de la zona y los ladrones abrieron fuego contra el agente para subirse a la camioneta y emprender la fuga.

Los delincuentes quedaron bloqueados por el tránsito en la esquina de Lavalle y Talcahuano y desde allí dispararon contra dos policías motorizados.

Producto de esos disparos resultaron heridos en sus piernas la jueza María Alejandra D'Agnillo (61), titular del Juzgado del Trabajo 63, y el empleado Ezequiel Eduardo Allende (28), del Juzgado Civil 9, quienes aún no declararon en el juicio.

En Corrientes y Paraná, Antequera -identificado como quien actuó de chofer y campana en el asalto a la joyería-, disparó otra vez contra los agentes y robó a punta de pistola una camioneta Peugeot Partner con la intención de continuar la huida, pero resultó herido de bala, chocó contra unos contenedores de basura y terminó detenido.

En su poder se incautaron dos pistolas 9 milímetros, una Glock y una Bersa Thunder.

Uno de los hombres que entró a la joyería –junto al que aún permanece prófugo- aprovechó el caos e ingresó al edificio de la Procuración General de la Ciudad de Buenos Aires, ubicado en la calle Uruguay al 400, donde en el cuarto piso se cambió de ropa y dejó abandonados un pantalón ensangrentado, un cuchillo y dos cargadores de pistola.

Tras el análisis de las imágenes de cámaras de seguridad de la zona y su cotejo con las fotos subidas al perfil de Facebook del ya detenido Antequera, se pudo individualizar a González Chávez como uno de los prófugos, quien dos días después del hecho fue detenido por un asalto a una pinturería del partido bonaerense de Hurlingham.

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