Varias compañías que operan en España reconocieron que sus algoritmos de Inteligencia Artificial (IA) tienen errores de funcionamiento por cambios en el comportamiento de las personas; en particular, los sistemas de reconocimiento facial fallan por el uso de barbijos. 

Ya la semana pasada un trabajo del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, Estados Unidos) había advertido sobre este problema, que no afecta solo al reconocimiento facial sino, por ejemplo, a las recomendaciones de las plataformas de ‘streaming’.

Los algoritmos para reconocimiento facial se entrenan, lógicamente, con imágenes de caras completas, por lo que los barbijos le significan una dificultad extra. Por eso, ya hay empresas que comenzaron a  elaborar bases de datos con fotografías de caras de personas con barbijos para reentrenar a los algoritmos.

Este problema del reconocimiento facial se hace evidente, también, en los iPhones, cuya función de desbloqueo facial no funciona bien con el barbijo. 

Por los cambios de comportamiento de la gente, vienen fallando también los sistemas de detección automática de fraude  en el uso de tarjetas de crédito, cálculos de riesgo en el sector financiero y predicciones de la demanda.