La Cámara Alta aprobó este miércoles por unanimidad la ley de Prevención y Control de la Resistencia a los Antimicrobianos, cuyo principal objetivo es fomentar el uso apropiado de los antibióticos y disminuir su ingesta innecesaria tanto en humanos como en animales.

Por ese motivo, ahora deberán ser vendidos "bajo receta archivada", tal como ocurre con otras drogas como los psicofármacos. A partir de ella, quedará regulado su expendio y uso para evitar que los virus o bacterias se tornen resistentes frente al consumo de los mismos sin prescripción médica.

La ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, destacó que esta ley abordará con mejores herramientas y medidas multisectoriales la problemática de la "resistencia antimicrobiana" que "ya era un problema de salud pública y la pandemia no hizo más que acelerarlo y agravarlo", justificó.

El senador por Tucumán y presidente de la Comisión de Salud, Pablo Yedlin presentó el proyecto y resaltó que “la Organización Mundial de la Salud ha establecido que uno de los grandes problemas de salud que existen es el hecho de que las bacterias, los virus, los parásitos los microorganismos en general se hacen resistentes a distintas terapias que implementamos contra ellos”.

"Se calcula que en el 2030 podría haber 10 millones de muertes por resistencia antimicrobiana si no se controla, superando la mortalidad que tiene el cáncer en la humanidad”, advirtió.

De acuerdo a lo informado por el Ministerio de Salud, los objetivos de la ley consisten en “optimizar el uso de medicamentos antimicrobianos, mejorar la sensibilización y los conocimientos en materia de resistencia a los antimicrobianos, reforzar la vigilancia y la investigación en esta temática”.

Según la legislación oficial los medicamentos y las drogas expendidas bajo "receta archivada" son "todas aquellas especialidades medicinales y medicamentos industriales constituidos por principios activos que por su acción sólo deben ser utilizados bajo rigurosa prescripción y vigilancia médica, por la peligrosidad y efectos nocivos que un uso incontrolado pueda generar".

La resistencia antimicrobiana se produce cuando los microrganismos patógenos comos los virus, hongos, parásitos y bactetias que causan enfermedades se vuelven resistentes a los medicamentos que se utilizan para combatirlos.

Justamente, el uso de antibióticos en cualquier circunstancia y sin regulación puede promover el desarrollo de resistencia, por lo que una de las principales estrategias para limitar y contener esta problemática es la restricción del uso de antimicrobianos a las situaciones en las que sean imprescindibles o insustituibles.