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Primer trimestre en crisis: caída del producto y aumento del desempleo

Ayer el Indec publicó el informe sobre la evolución del mercado de trabajo y la actividad económica en la primera parte del año y en Filo.News te contamos lo que necesitas saber.

Primer trimestre en crisis: caída del producto y aumento del desempleo

"La estimación provisoria del producto interno bruto (PIB), en el primer trimestre de 2019, muestra una caída de 5,8% con relación al mismo período del año anterior" anuncia el último informe de avance del nivel de actividad. Es una caída de 2% con respecto al último trimestre del año pasado y es el peor arranque en los últimos 8 años. 

¿A qué se debe?

Cuando desagregamos este triste dato, vemos que el componente más golpeado fue la "formación bruta de capital fijo", que es básicamente la inversión productiva. Sin embargo, es consecuente con tasas de interés que rondaron el 70% anual. Para entender el razonamiento: si tengo la posibilidad de conseguir ganancias financieras entonces porqué apostaría a la producción en un contexto recesivo. Acá esta la unión entre la economía de las finanzas y la real. 

El segundo componente más afectado, a tono con los tiempos, fue el consumo privado que cayó un 10,5%. Tiene que ver con la pérdida en el poder adquisitivo de los salarios, con la falta de crédito y con una inflación que no dió respiro (recordemos que en marzo toco el pico del 4,7%). 

El único dato positivo fue el aumento en las exportaciones. También es necesario decir que hasta ahora las tendencias vienen acorde a las proyecciones estimadas en el Presupuesto de 2019, donde estas caídas ya eran tenidas en cuenta. 

El (des)empleo

Acorde con esta caída en la actividad económica tenemos un nuevo récord en los números económicos: la tasa de desocupación rompió la barrera de los dos dígitos y se ubicó en 10,1% en el primer trimestre del año. Desde el 2006 que el indicador no llegaba a estos niveles. 

A este dato debemos sumarle, por un lado, el crecimiento de 2% en la tasa de subocupación, gente que trabaja menos que la jornada completa y busca activamente otro trabajo (lo que habla del gran crecimiento de trabajos precarios o de media jornada). Por otro, debemos agregar el aumento de más del 2% en la tasa de ocupados demandantes, personas que tienen una jornada completa pero buscan otro trabajo, que nos habla de la perdida de poder adquisitivo y de cómo un ingreso no alcanza para llegar a fin de mes. 

Estos tres componentes (tasa de desocupación, subocupación y ocupados demandantes) conforman la presión sobre el mercado de trabajo, ya que son personas que están buscando activamente una nueva jornada y no la consiguen. 

¿Quiénes son los más afectados?

Cuando desagregamos este dato por género vemos que en todos los rangos etarios las mujeres tienen niveles de desempleo más alto que los varones, lo que profundiza las desigualdades de género existentes. En términos generales, el 11,2% de las mujeres busca activamente y no consigue trabajo, mientras que el 9,2% de los varones están en esta situación.

El panorama se agrava cuando diferenciamos por grupos de edad. La juventud, personas menores de 29 años, tiene una tasa promedio del 20% de desempleo, casi el doble que el promedio general. Esto trae problemas no solo en la actualidad, por la cantidad de jóvenes sin empleo, sino que las dificultades se acrecientan cuando pensamos que posibilidad tendrán de ser absorbidos por el mercado laboral en su futuro. 

A su vez, en el caso de las mujeres jóvenes, el desempleo es del 23,1%, lo que quiere decir que casi 1 de cada 4 mujeres de menos de 29 años busca trabajo y no lo consigue. En particular, en el conurbano bonaerense el indicador llega al 25,8%. 

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