El juzgado de Garantías 5 del partido bonaerense de La Matanza dictó la prisión preventiva para Nahuel Olivera y Alexis Escribanti, imputados por correr una picada que mató a Tahiel Contreras, de seis años, cuando esperaba para cruzar una ruta en la localidad de Gregorio de Laferrere.

Gustavo Banco, juez de Garantías,  avaló el pedido realizado por el titular de la fiscalía 1 de La Matanza, Gastón Duplaá, al considerar que “las características de los hechos resultan sumamente graves”. La escala de las penas prevista en expectativa (de 8 a 25 años) “informa a las claras que, para el caso de recaer condena la pena concreta será de cumplimiento efectivo”.

El juez apuntó contra la actitud asumida por Olivera al momento del hecho, y reveló que se mostró más preocupado por su auto roto que por lo que había provocado. “Teniendo en cuenta no sólo el resultado mortal sino la edad del niño, y de allí debe ponderarse la repudiable actitud asumida por ambos imputados de inmediato a ocurrido el hecho, cada vez que Olivera se mostraba ocupado de los daños materiales sufrido”, indicó el magistrado.

Sobre Escribanti, expresó que “se retiró del lugar siendo posteriormente buscado por los policías; y todo ello teniendo a la vista el resultado de la colisión”. La prueba reunida es contundente en relación a los hechos que se investigan, ya que ambos estaban corriendo pruebas ilegales de velocidad, con autos preparados para tal fin.

Teniendo en cuenta las pruebas, el juez dictó la prisión preventiva para los dos acusados, por considerarlos coautores de los delitos de "prueba ilegal de velocidad en concurso real con homicidio simple con dolo eventual, y también en concurso con lesiones leves reiteradas en dos casos" (padre y madre de Tahiel).

El juez Banco pidió un cupo carcelario al Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) para alojar a los imputados, quienes podrán apelar la medida.

Recordemos que Tahiel (6) fue atropellado el pasado 13 de septiembre cuando aguardaba para cruzar la calle en la intersección de Ruta 21 y Soldado Sosa junto a sus padres, Noelia Díaz y Luciano Contreras. Tras la intervención policial, uno de los conductores fue detenido, y al día siguiente se logró aprehender al otro, tras el pedido del fiscal Duplaá.