En un escenario de fragilidad política a partir de numerosos pedidos de juicio político, el presidente de la República Federativa del Brasil, Jair Bolsonaro, obtuvo en las últimas horas un notable triunfo político con la elección de dos aliados al frente de las dos Cámaras del Congreso (Diputados y Senadores). 

En ambos casos en primera vuelta, la elección de dos dirigentes políticos cercanos al mandatario (quien transita sin partido político) estuvo directamente vinculada con la repartición de unos 3.000 millones de reales a casi 300 parlamentarios para que hagan obras en sus distritos a cambio del apoyo legislativo sobre los nombres dispuestos por el titular de Planalto. 

En esta línea, se especula con que algunos de los legisladores que posibilitaron este triunfo puedan ser incorporados al Gabinete nacional. Todo lo que sea necesario para empezar a desestimar las peticiones de impeachment a partir del manejo de la pandemia del coronavirus. 

Como presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Lira, un empresario de 51 años, tendrá la facultar de admitir el trámite, o no, de las peticiones de destitución que se acumulan contra Bolsonaro, al tiempo que podrá decidir decidir a qué proyectos parlamentarios da prioridad. 

Se espera que esté más en sintonía con el mandatario que su predecesor, Rodrigo Maia, que ha sido crucial junto al Tribunal Supremo para neutralizar las pulsiones autoritarias del nacionalpopulista en la primera mitad de su mandato.

Por su parte, el Senado de Brasil eligió a Rodrigo Pacheco, de Demócratas (DEM) por amplia mayoría como nuevo titular de la cámara, una elección que era previsible porque el legislador había recogido el respaldo de varios sectores.

Pacheco sumó 57 de los 78 votos, por lo que ocupará el sillón principal de la cámara en el periodo 2021-2022, con lo que relegó las aspiraciones de la senadora Simone Tebet, que apenas logró 21 votos.

Antes de la votación, Major Olimpio, Jorge Kajuru y Lasier Martins, que también se postulaban, retiraron sus candidaturas y anunciaron su respaldo a Tebet, consignó la Agencia Senado, la oficial de la Cámara alta.

En este proceso parlamentario está también en juego el futuro de muchas iniciativas para el combate a la pandemia de Covid-19, así como reformas económicas urgentes para un país en una aguda crisis económica y social.