En Tucumán, un joven fue condenado a prisión perpetua por haber asesinado a su novia, una estudiante de veterinaria de 26 años. El hecho ocurrió en la capital tucumana, la madrugada del 30 de marzo de 2018, en el cuarto piso de un edificio ubicado en la calle San Juan al 800.

Se trata de Facundo Guerrero, quien arrojó a su pareja, Ana Ríos, del balcón del departamento en el que vivían. La joven estuvo dos días internada y falleció el 1 de abril. 

En el día de ayer, el hombre recibió el veredicto mayor por "homicidio doblemente agravado por el vínculo y por mediar violencia de género”. La sentencia estuvo a cargo de la jueza Stella Maris Arce, quien además resolvió que Guerrero cumpla prisión preventiva en el penal de Villa Urquiza hasta que se firme la sentencia.

El juicio comenzó el 1 de agosto y tras diez jornadas se determinó que previo al femicidio, Guerrero y Ríos mantuvieron una fuerte discusión. La fiscal Estela Giffoniello señaló que “en las imágenes tomadas por el policía que ingresó al departamento –ese 30 de marzo– se ven muebles tirados y vidrios rotos, no hay dudas que previo al hecho hubo una pelea fuerte entre el imputado y la víctima”.

Asimismo, la querella informó que “se encontraron mechones de pelos enteros de Ana sobre la cama del departamento”, que le fueron “arrancados por Guerrero como era su costumbre”.

Familiares y amigas de la víctima declararon que el femicida era violento. En 2016, Ríos lo había denunciado por violencia de género pero cuando la Justicia le pidió que ratificara la denuncia, la víctima no lo hizo y Guerrero fue sobreseído.

Ana Ríos era oriunda de Jujuy y se había mudado a Tucumán para estudiar la carrera universitaria de veterinaria. Sus allegados la definieron como una “una excelente alumna, era estudiante avanzada, tenía un gran amor y dedicación hacía los animales, era contenedora y amable tanto en la universidad como con su grupo de amigos”.