Un enorme incendio se desata desde el sábado en Gran Canaria, una de las islas que forman parte de la comunidad autónoma española de Canarias, ubicadas al noroeste de África. Según las autoridades gubernamentales, más de 1500 hectáreas fueron afectadas por las llamas, pero aseguran que "el incendio está contenido y no hay ni llamas ni humo", pero están preocupados por el viento.

El presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, indicó en la última conferencia de prensa que para apagar el fuego ya se usaron más de un millón de litros de agua. Si bien indicó que no ni llamas ni humo, el presidente aclaró que "no se puede dar por controlado el incendio por culpa del viento: "Seguimos en prealerta por este motivo y si este martes el viento disminuye, facilitará las labores de extinción. A pesar de ello, se anuncia una ola de calor para los próximos días por lo que no podemos dar nada por resuelto".

Varias zonas tuvieron que ser evacuadas y Torres indicó que "sigue activo el plan de desalojo de algunas zonas de la población donde las llamas aún siguen presentes". Además, aclaró que "los desalojados aún no podrán volver a sus viviendas. Todo por si el incendio, por el viento, avanza en las próximas horas".

De acuerdo a la explicación del presidente, el fuego consta de dos partes: la cabeza del fuego, que es una zona de acceso difícil, y la cola, que es un área de mayor accesibilidad y que está constantemente vigilada.