El episodio ocurrió el sábado en el Circo Ambulante Harlequin en Berezovsky, Kemerovo, Rusia. Un oso pardo, disfrazado con un sombrero y una bufanda fucsia, atacó a una mujer en el escenario, en pleno show, frente a niños y familias.
Segundos después el animal fue separado de los tobillos de la mujer por dos artistas masculinos, quienes lo agarraron del cuello y lo alejaron de la escena. A las pocas horas comenzó a circular en redes el video del momento y numerosas personas expresaron su repudio a este tipo de presentaciones y llamaron a prohibirlas.
Los circos con animales siguen siendo populares en toda Rusia aunque su prohibición viene discutiéndose desde hace tiempo. El Circo Ambulante Harlequin es conocido en el país por vestir a sus osos con ropa humana por lo que estas escenas están basadas en maltrato animal.
Además el Comité de Investigación ruso está estudiando el incidente para verificar si hubo violaciones de seguridad durante la actuación, particularmente porque no parece haber ninguna valla o barrera que proteja a los espectadores. Pues el uso de animales en espectáculos no solo significa crueldad para ellos sino también potencial peligro para los artistas y asistentes.