Sucedió el jueves 12 de abril cuando un vecino estacionó su auto en Godoy Cruz entre Costa Rica y Nicaragua en el barrio de Palermo. El hecho es que alrededor de las 8:30 de la noche, la alarma del coche comenzó a sonar sin parar, y como no daban con el dueño comenzaron a llamar a la policía.
Por eso fue que la policía asistió en dos ocasiones al lugar por los reiterados llamados, pero como el auto estaba bien estacionado sin problemas y no figuraba como robado, le explicaban a los vecinos que no se lo podían llevar ni tocarlo.
Más tarde volvieron a notificar a la policía y esta vez ya sumando otro hecho: un vecino, cansado de escuchar sin parar el intermitente sonido, comenzó a romper todo el vehículo para poder apagar la alarma. Fue entonces que un oficial debió quedarse hasta que apareciera el dueño para cuidar el coche.