El Parque de Nara, situado en aquella ciudad de la región de Kansai, en el sur de Japón, es famosos por los más de 1.200 ciervos que pasean por allí. Cada año recibe miles de visitantes que se acercan allí para disfrutar de los animales y darles de comer. Sin embargo cuando los turistas se van, sus residuos quedan y los mismo ponen en riesgo la fauna local.
Las bolsas de nylon -donde supo estar su comida- es lo que más llama la atención a estos ejemplares que sin dudarlo se pelean por ingerir. Al hacerlo el material plástico puede poner en peligro la vida de estos seres. Una vez hallaron un ciervo muerto con más de 4 kg de basura en el estómago.
Para protegerlos de la contaminación que los amenaza un grupo de lugareños encontró una solución: una bolsa de papel hecha con salvado de arroz -el mismo ingrediente que se usa en las galletas que comen ellos- y otros materiales de fácil digestión para los ciervos.
Según el sitio de noticias Asahi Shimbun, la bolsa fue probada por los Laboratorios de Investigación de Alimentos de Japón, quienes dijeron que era segura para el consumo.
Lo cierto es que la otra solución a este problema es educar a los turistas quienes no desechan los residuos en los contenedores. Para eso una activista por el derecho de los animales elaboró una bolsa reutilizable que se vende en los comercios cercanos al Parque de Nara en cuya estampa concientiza sobre el problema de tirar la basura al ambiente.