Gabriel Julio Fernández Capello, más conocido como Vicentico, fue cofundador y vocalista de Los Fabulosos Cadillacs y en 2002 empezó su carrera como solista. Es el invitado de esta semana de Caja Negra y desde su casa habló con Julio Leiva en una entrevista íntima sobre su música, los ídolos, el trap y su familia.

Para Vicentico el arte "sirve para reconocernos, para sentir que cuando uno ve o escucha una película, un cuadro, una canción, hay un punto en el que uno se siente identificado y te desfragmenta, te pone en caja con lo que sos. Si uno es sensible, puede ver cosas todo el tiempo, el mundo te habla y te hace uno con vos mismo".

"Hay una parte que va por fuera de lo artístico, que es el aprendizaje de un oficio, de un modo propio de hacer las cosas, que se va asentando y son como capas", reflexionó el artista y planteó su modo de ver las cosas: "Uno nunca deja de aprender, me sucede cada vez que canto o doy un recital. Cuanto más oficio tenés, más facilidad tenés para comunicar. Lo que evoluciona es el oficio, aprender a tocar y cantar mejor, sacarse prejuicios". 

Desde su casa por el aislamiento social por la pandemia de coronavirus, Vicentico hizo referencia al paso del tiempo: "Uno puede involucionar. Cuando éramos más pendejos teníamos una forma de decir las cosas de un modo más torpe que también es lindo, y no sé qué es mejor. Uno se va poniendo más obsesivo con el tiempo con lo que querés decir y también es inevitable pensar en el tiempo porque está ahí. Pero cuanto más puedas despojarte de la idea de que el tiempo no existe demasiado, mejor".

A los artistas a veces se los encasilla en ciertos roles o estereotipos y sobre esto opinó Vicentico en diálogo con Julio Leiva: "No tengo mucha preocupación porque nunca cumplí roles que no me fueron dados y si me fueron dados, no los acepté. Todo lo que hice fue porque lo quería hacer y siempre discutí mucho estas cosas. Con el tema del 'rockstar', hay mucho tonto dando vuelta, hay gente que cree pelotudeces, pero allá ellos".

"He utilizado todas las posturas posibles para molestar, para incomodar y para hacer sentir al otro que es un tarado. Siempre me interesó esto, y me sigue gustando. Está bien pelearnos con la idea del ídolo. La pregunta que me hago es por qué no sería un pelotudo cualquiera de tus ídolos. ¿Cómo nunca nos ponemos a pensar en lo que construimos los humanos con respecto del ídolo?", reflexionó en Caja Negra.

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¿Qué lo pone mal?: "Me angustia mucho la derecha recalcitrante, la falta de empatía, la no comprensión, esto me pone nervioso, pero de un modo interno. Me parece que lo mejor es trabajar con uno y ser mejor. La hipocresía total y el modo torpe de pensar también. Del lado más progre a veces también estamos errados y muy cortos en lo que pensamos y no vamos al fondo. Esto también es angustiante".

"Yo sin Flavio (Cianciarulo) no sería lo mismo. Él es muy testarudo, sin mí creo que igual sería lo que es. Creo que yo sería lo que soy, pero nos hubiera costado avanzar. Siempre avanzamos por el otro. Él fue muy importante para mí en muchos sentidos, desde aprender hasta friccionar, entender, cantar sus canciones, interpretarlo. Sin él, no hubiera sido lo mismo", dijo sobre el músico que también fue parte de la creación de Los Fabulosos Cadillacs.

A Vicentico le encanta el trap y lo cataloga como "atractivo y súper urgente": "Tiene todo lo que tiene que tener un flaco que hace música, eso es el rock. Esa urgencia de Duki, de Ysy A, todos ellos. Esa urgencia, apuro, histeria y locura", y remarcó: "Creo que lo que tiene de interesante ahora es que nunca la música representó tanto la época como ahora. Ahora está súper claro, se ve, lo tenés ahí y si querés escuchar lo último, lo abro y lo miro. Es interesante pero lo único que me preocupa es que se limen mucho ellos, que puedan usar bien esto. Son todos re inteligentes".

El músico está casado con la actriz Valeria Bertuccelli y juntos tuvieron a Florián (25- actualmente es parte de Los Fabulosos Cadillacs) y Vicente (13). "Con Valeria hay amor eterno, compartir, pensar, pasar la vida, criar hijos. Vivir ayudándonos el uno al otro, hay de todo menos mirar nuestras notas", bromeó porque considera "una toxicidad total verse a uno mismo hablando".

Sobre el final de la entrevista, reveló un momento bisagra en su vida: "Casi todos los momentos bisagras de mi vida tienen que ver con que me hayan bajado de un hondazo y yo me haya dado cuenta", pero recordó uno particular en un boliche en Mar del Plata cuando tenía 16/17 años. "Me gusta mucho bailar y bailaba como desenfrenado y yo usaba aro y en esa época era de 'puto'. Me comí una cagada a trompadas, una apretada y me fui a la casa de mis abuelos y pensé que algo debía tener. Y lo usé y me sirvió mucho".

Otro de los recuerdos que contó en la íntima entrevista para Filo.news fue en Río Negro: "Me tiraron un piedrazo y me abrieron la cabeza. Un quilombo. Me di cuenta que estaba haciendo algo de más. Sentí que estaba excediéndome en algo y traté de controlar mi energía, claramente se me abrió la cabeza".

Cada semana se publicarán nuevos episodios de Caja Negra, en el cual diferentes figuras se someterán a las preguntas del periodista Julio Leiva. Y vos, ¿te animás a recordar qué momento hizo un click en tu vida?