Pasaron 70 días desde que la multinacional Kimberly Clark decidió cerrar la planta que tenía hace más de 25 años en Bernal, provincia de Buenos Aires, dejando a más de 200 trabajadores sin su fuente laboral.

Desde ese 26 de septiembre, los trabajadores ocupaban la fábrica pacíficamente en defensa de sus puestos de trabajo. En este tiempo, organizaron conferencias de prensa, actividades culturales y repartieron mercadería a organizaciones sociales y barriales con la intención de mostrar la potencia productiva de la planta. 

Hubieron 10 audiencias entre representantes de la empresa y los delegados de los trabajadores, donde no hubo acuerdo. La multinacional tiene la decisión tomada según sus planificaciones internacionales y los trabajadores, en un contexto de desocupación creciente, defienden su fuente de ingresos. 

Si bien habían convocado a una conferencia de prensa este viernes 6 para comunicar como seguirían el reclamo, la policía entró violentamente en la planta a las 3 y media de la mañana del miércoles y se llevó presos a 8 trabajadores, de los cuales 3 son delegados gremiales. 

Luego de un amplio repudio de varias organizaciones sociales y la solidaridad de otros sindicatos, los trabajadores fueron liberados hacia las 10 de la mañana pero el conflicto continúa y las 200 familias siguen sin trabajo.