Agosto fue el mes marcado por la vuelta a las clases presenciales en las provincias que registraron los mejores indicadores sanitarios desde el comienzo de la pandemia del coronavirus. 

San Juan, Formosa y Catamarca comenzaron el retorno a las aulas de forma progresiva y escalonada, con alrededor de entre 15 y 20 mil alumnos en cada provincia, pero con particularidades parecidas: zonas rurales, de forma optativa y dos días por semana.

Con la heterogeneidad que representa a cada departamento en cada provincia, Formosa por ejemplo decidió retrasar el horario de comienzo para que los alumnos puedan aprovechar la clase y el comedor de la escuela y retirarse tras almorzar en el lugar.

Los protocolos para volver a las aulas fueron coordinados por el ministerio de Salud e implican desde el distanciamiento social, un tiempo de estadía más pequeño en las aulas, la ausencia o modificación de los recreos y un kit sanitario para los alumnos.

En Catamarca, explicaron desde el ministerio, retornaron a las clases alumnos del último año de primaria y secundaria y en el nivel superior quienes estén cerca de terminar sus carreras. Además de las escuelas de período especial, donde no se asiste a clases durante el invierno y el ciclo lectivo termina en mayo del próximo año. 

Los casos de Formosa y Catamarca implican una mayor atención en el ingreso de estudiantes de otros departamentos o provincias que pueden provocar la circulación del virus. 

Desde ambas provincias explicaron a Filo.News que las clases comenzaron con la implementación del concepto de burbuja sanitaria, donde sólo concurren a clases estudiantes del mismo departamento. 

En Formosa los esfuerzos están puestos en evitar que circule gente desde Chaco o Paraguay. Para esos casos, aseguraron a este portal, profundizaron la asistencia a través de Whats App e internet. “Ni siquiera llevamos los cuadernillos”, dijeron.

“Estamos en una situación de bajo riesgo, no sin riesgo. Se ve que si relaja un poco las medidas enseguida se transforma en una zona de riesgo”, aseguró el ministro de Educación Alberto Zorrilla.

En Catamarca el temor está en el ingreso de personas de Santiago del Estero o Tucumán, distrito que registran una curva en crecimiento y pueden complicar la situación sanitaria de la provincia que limita con Chile. 

San Juan, que mostraba una estadística sanitaria de las mejores del país, decidió volver a Fase 1 el último sábado a partir de las 00.00 luego de un brote generado por dos personas que llegaron desde la provincia de La Rioja, suspendió las clases en Caucete -donde comenzó el brote- y los departamentos de 25 de Mayo, 9 de Julio y San Martín.

Su primera semana había sido en línea con las provincias mencionadas previamente con el aliciente de haber sido la primera en volver. Con solo dos días por semana, los alumnos del último año de las modalidades y la opción de poder optar si asistir o no registraron un 70% de asistencia. 

Las tres provincias marcaron un horizonte que ya tiene fecha de continuidad en otros distritos: La Pampa agendó el 14 de septiembre como la fecha de vuelta a las clases presenciales y se analiza la posibilidad de que también lo haga Santiago del Estero. 

Con una educación que aún tiene desafíos estructurales marcados por los especialistas y cuestiones que exceden a las aulas, como la conectividad que muchas veces es un lujo más que un derecho, Argentina empezó a volver a la “normalidad” en las aulas.

Con más dudas que certezas, quedan dos preguntas por responder: ¿Cuál será la duración y cómo estará organizado el ciclo lectivo? ¿Y cuándo volverán, si es que lo harán, las clases en el AMBA?