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Ciencia

Olfatest: un kit olfativo para reconocer síntomas de coronavirus

Técnicos del INTI decidieron sumar su aporte a la lucha contra la pandemia del COVID-19 elaborando un kit y definiendo un protocolo de pruebas olfativas para la detección de casos positivos.

Olfatest: un kit olfativo para reconocer síntomas de coronavirus

Desde el Instituto Nacional de Tecnología Industrial anunciaron recientemente la elaboración de un kit para detección de pérdida de olfato que contribuye, además, a la detección temprana de infección por el coronavirus en casos que no presenten otra sintomatología asociada.

El llamado Olfatest, explican, funcionaría como una herramienta más para el monitoreo preventivo —como ocurre con la medición de temperatura y la concentración de oxígeno en sangre—, de manera de extremar los cuidados de nuevos contagios al personal de empresas, instituciones, centros de salud, comercios o cualquier otro lugar que se encuentre prestando servicios.

“La evaluación del olfato es algo que existe en el mundo, se lleva adelante con distintos fines dentro del ámbito médico. Meses atrás entendimos la importancia de generar una propuesta nacional, y para eso combinamos un poco de la metodología utilizada en medicina con el trabajo que hacemos con alimentos en nuestro laboratorio”, afirmó el jefe del Departamento de Vida Útil y Análisis Sensorial del INTI, Fernando Pino.

La validación del test olfativo, autorizada por el comité de Ética del ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, se realizó durante el mes de julio en la Universidad Nacional de Quilmes —que funciona como lugar de internación— con la idea de "darle peso estadístico a la validación”.

Estos datos, a su vez, permitieron advertir que es común que quienes contraen la enfermedad y desarrollan síntomas de pérdida de olfato —hasta un 50%— lo recuperen en los primeros 40 días, si bien depende de cada persona y la gravedad del síntoma.

Por otro lado, destacan también que es importante tener en cuenta que hay personas que presentan pérdida de olfato por otras causas, ya sea de manera persistente, como ocurre con la anosmia congénita, o fluctuante, como con la rinosinusitis crónica. 

"Por esa razón, el kit se complementa con un cuestionario sobre antecedentes médicos y posibles síntomas adicionales, a fin de guiar mejor el diagnóstico de sospecha en cada caso", agregan.

Por lo cual, en este caso, el equipo del INTI contó con el asesoramiento médico de la otorrinolaringóloga especialista en olfato Patricia Portillo Mazal, quien además trabaja en el Hospital Italiano de la ciudad de Buenos Aires; mientras qye la empresa multinacional de origen suizo Firmenich, del rubro sabores y fragancias, aportó sin costo alguno las esencias, ni irritantes ni tóxicas y  autorizadas por el Código Alimentario Argentino (CAA), que se están utilizando. 

La realización de este test implica, primero, una distancia segura entre la persona evaluada y quien conduce la prueba: en el medio de ambas, se coloca la tira en un soporte y luego se vierte en ella una gota de la primera esencia, para que se pueda oler. A cada persona se le plantean una serie de opciones de fragancias y debe responder, de acuerdo a su percepción, a cuál de esas corresponde lo que olió. Ese mecanismo se repite más veces, de acuerdo a los resultados obtenidos. Además, se formulan preguntas cualitativas en función de la experiencia olfativa, aparte de aquellas referidas a antecedentes y síntomas.

"El objetivo del INTI es poder contar, una vez que concluya la validación del proyecto, con 30 kits del prototipo, que se distribuirán en lugares estratégicos sin fines comerciales. Cada uno permite testear entre 500 y mil personas. Más adelante, sí podría pensarse en un uso comercial de esta iniciativa, y fundamentalmente utilizarlo para realizar pruebas en lugares de concurrencia masiva, incluidos espacios laborales", finalizan.

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