Ir al contenido
Logo
Cine y series #Netflix#Playmobil

Análisis | Playmobil The Movie: Una nostálgica aventura plástica

La película de los queridos muñecos alemanes apela al imaginario infantil de mundos donde no aplican las leyes de la historia ni de los derechos intelectuales.

Análisis | Playmobil The Movie: Una nostálgica aventura plástica

En medio de la pandemia global, los títulos para toda la familia siguen llegando a las plataformas de streaming cada vez con más regularidad a falta de cines. En esta ocasión, el servicio de Netflix estrena la película de Playmobil con doblaje latino (made in Argentina) y en varios idiomas, realizado para su estreno en cines, antes del gran parate de la industria. Aunque su paso por las salas duró poco tiempo, ahora se convierte en opción ideal para un fin de semana en casa, con una gran aventura plástica sin más límites que la imaginación.

Tras su lanzamiento, muchas e inevitables fueron las comparaciones con su eterno competidor LEGO, que apenas poco antes estrenó su propia película, celebrada por su originalidad e ingenio. Pero las comparaciones resultan injustas, ya que aquélla tenía detrás a las grandes mentes creativas de Phil Lord y ChrisMiller, y llegó en un momento en que las expectativas para una película basada en muñecos de plástico eran francamente bajas. Sin embargo, subió mucho la vara para las producciones de este estilo, usualmente destinadas a vender más en las jugueterías.

Playmobil: The Movie no reniega de su naturaleza ni busca copiar la fórmula de The Lego Movie, sino simplemente contar una historia divertida para toda la familia, que transmita los valores de su marca. Una aventura fraternal con la lógica misma del juego infantil: sin reglas ni límites de ningún tipo, sin coherencia entre épocas históricas, juguetes pertenecientes a diferentes colecciones ni distinciones por género. Todo vale para armar el gran set de una aventura simple con una narrativa lineal, que apela a las referencias culturales para compensar por su falta de derechos intelectuales y cumple su principal función, la de entretener.

A diferencia de su antecesora, la película de Playmobilno se preocupa por ocultar el artificio, desde el principio los juguetes son simplemente eso: un vehículo para la fantasía y la diversión. Todo comienza cuando Marla (Anya Taylor Joy), una joven de 18 años con conciencia de clase, decide desafiar el mandato paternal para ir a recorrer el mundo y vivir aventuras para conocerse a sí misma. Su hermanito menor Charlie descubre sus planes y juntos protagonizan un cuadro musical en su departamento de Brooklyn, mientras esperan la llegada de sus padres para transmitirles la decisión.

Anya Taylor-Joy interpreta a Marla también en su versión plástica animada

En esta secuencia de ensoñación se da el primer y único juego entre los hermanos, que funciona como anticipación para la aventura que está por venir. Los padres nunca llegan, y en lugar de convertirse en una joven mochilera, Marla se convierte en la tutora de su hermano. Una elipsis de cuatro años marca el abandono de sus sueños y el crecimiento de Charlie, ahora un niño de diez años que solo quiere volver a compartir momentos de diversión con su hermana, como cuando eran más chicos. Pero por supuesto, ella está preocupada por cosas más importantes como cuidarlo y darle de comer.

Entonces Charlie decide escaparse y, en una movida digna de cualquier película de aventuras noventera, termina en una gran feria de juguetes a punto de inaugurar. Tecnología mediante, Marla lo encuentra en medio de un diorama gigante de Playmobil en todo su esplendor, donde la ciudad se funde con el lejano Oeste, los dinosaurios del período jurásico, un coliseo romano y castillos de cuentos de hadas. Un imponente faro preside la maqueta y despierta fascinación en Charlie, mientras su hermana intenta convencerlo para volver a casa. Como por arte de magia, imaginación o simplemente suerte, el faro se enciende y los traslada dentro del mundo de Playmobil.

Marla se encuentra con Del, un Han Solo moderno versión libre de Playmobil

Ahora ambos encarnan en sus avatares de plástico, Charlie como un valiente guerrero vikingo y Marla como una versión bastante parecida a sí misma, que eventualmente revelará ser mucho más de lo que parece a simple vista. Cuando su hermano es raptado por el villano de turno, la mayor del clan arriesga todo para ir a buscarlo e intentar llevarlo de vuelta a casa. Ambos vivirán aventuras separados en ese mundo de fantasía, donde cualquier cosa puede pasar, y donde aprenderán a reencontrarse figurada y literalmente.

Playmobil: The Movie juega a lo seguro y nunca se arriesga demasiado con nada fuera de lo convencional, es casi una aventura de manual. Pero que funciona tranquilamente bien en su comodidad, con ritmo prolijo, chistes efectivos y algunos cuadros musicales. Sin mayores pretensiones, es un espectáculo de entretenimiento que no exige del espectador reflexiones ni segundas lecturas, sino simplemente pasar una hora y media sumergido en un mundo de fantasía y terminar -por supuesto- con ganas de jugar a esos muñecos adorados por generaciones.

Ultimas Noticias