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De “Ciudadano Kane” a “Mank”: el antes y el después del guion para cine

Tras el estreno de la película de David Fincher, hablamos con un licenciado en artes audiovisuales y un estudiante de dirección de cine para analizar la obra de Orson Welles, los debates sobre la autoría del guion, los puntos en común de ambos proyectos y, por sobre todas las cosas, la importancia del trabajo del guionista.

De “Ciudadano Kane” a “Mank”: el antes y el después del guion para cine
"Mank", una de las nominadas a los Oscar

“Es una película que inspira, que a un estudiante le hace entender de qué es capaz el cine”, dice Santiago Tapia, mientras cursa la carrera de Dirección y Realización Audiovisual en la Universidad Nacional de las Artes (UNA). Está hablando nada más ni nada menos que de “Ciudadano Kane”, la legendaria película de Orson Welles y considerada una de las mejores de toda la historia. 

La primera vez que vio la película fue cuando tenía 16 años, según recuerda, por pura curiosidad. “Después de verla quedé maravillado, a la vez me sentí mal porque nunca iba a poder volver a verla por primera vez”, confiesa. Cuando la volvió a ver, sin embargo, encontró detalles que no había visto antes; lo mismo pasó cuando la volvió a ver otra vez, y otra, y otra:  “Es una de esas obras que se vuelve mejor cada vez que uno la ve”, reflexiona el creador de la página “Pardo”. 

Como él, Mateo Matarasso confiesa que vio la película cuando era adolescente, durante la carrera en la universidad y también en la cuarentena por coronavirus. “Me motivó a experimentar con el cine. Más allá de que la película sea excelente o no tanto, que tenga una destreza técnica increíble o una puesta en escena promedio… que logre que una persona quiera hacer cine vale mucho”, opina.

Como Licenciado en Artes Audiovisuales, programador del Festival Internacional Cine a la Vista y creador del canal de Youtube “Síncresis” sobre cine, Matarasso dirigió varios proyectos, incluido un largometraje, y escribió diferentes guiones. “Creo que ‘Ciudadano Kane’ es una película absolutamente sólida. La construcción audiovisual está ligada a un concepto central que se condice con lo desarrollado por la historia. ‘Un hombre solo frente a un mundo que gira en torno a él’ podría ser”.

¿Cómo nació “Ciudadano Kane”? ¿por qué hablar ahora de la película?

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Probablemente el nombre ‘Orson Welles’ ya te era conocido. Se trata del locutor que relató el episodio de radioteatro en la cadena CBS "La guerra de los mundos" en 1938, adaptación de la novela Herbert George Wells, que desató el pánico en los oyentes por miedo a la invasión real de extraterrestres. Lo que muchos no escucharon era que se trataba de una broma de Halloween, lo cual había sido aclarado al principio. 

Orson Welles

Tras esa emisión, el joven de 23 años llamó la atención de Hollywood, específicamente del estudio RKO Pictures, quien le ofreció hacer una película con las condiciones soñadas para todo cineasta: podía elegir qué historia contar, qué actores y actrices iban a participar y quiénes trabajarían en el equipo técnico. Producto de esa libertad nació “El Ciudadano Kane”, el film que revolucionó el cine para siempre.

La trama sigue a Charles Foster Kane, magnate de los medios de comunicación estadounidense. Minutos antes de su muerte en Xanadú, su castillo de estilo oriental, pronuncia una última palabra: ‘Rosebud’, cuyo significado es un enigma. Por esa razón, un grupo de periodistas encabeza una investigación para resolver el misterio. 

“Es una historia absolutamente vigente. No solo en las estructuras de poder sociales que desarrolla y el valor de los medios de comunicación, sino en cómo las construye cinematográficamente. Decidir presentar un mundo que expone esta realidad social y política desde una ficción centrada en las vivencias humanas me parece tan acertado como necesario”, analiza Matarasso, a lo que Tapia coincide: “Los temas que toca son tan humanos (la ambición desmedida y sus consecuencias, la nostalgia, la soledad, la imposibilidad de definir exactamente a una persona) que cualquiera puede sentir empatía con los personajes. Es realmente un relato conmovedor que te toma por sorpresa”. 

Llegó a la pantalla el 1 de mayo de 1941. Aunque el director nunca reveló en quién estaba inspirada la historia, la teoría más aceptada es que se trata de una biografía de William Randolph Hearst, uno de los personajes más poderosos de la escena política, empresarial y mediática de Estados Unidos. Fue por eso que, tras su estreno, muchos periódicos a su nombre tenían prohibido mencionar la película. Tuvo una repercusión en las taquillas por debajo de las expectativas de sus creadores, y solo fue ganadora de un Oscar por “mejor guion original”.

Pero todo eso no la detuvo en el camino a convertirse en un clásico. El éxito llegaría con los años, aclamada por los críticos y tras su reestreno en las salas. Esto ocurrió no solo por su contenido y el mensaje social y político que presenta, sino también por todas las innovaciones técnicas que, aunque ya existían, fueron combinados y resumidos por Welles en cada plano de la película y de manera revolucionaria para la época.

“La forma que eligió para narrar los hechos rompió todo tipo de esquemas. Kane es un personaje presentado con ambigüedades, con contradicciones y matices. Para algunos es un hombre admirable; para otros es despreciable. Es una representación perfecta del clima mundial que vivimos hoy, en el que las opiniones están tan polarizadas”, analiza Tapia y continúa: “También está la cuestión de que en la película mucha gente puso a Kane en un pedestal, y él aceptó con orgullo ese lugar, pero después gran parte de los que lo apoyaban le dieron la espalda a raíz de un escándalo. Esto tiene una relación estrecha con el cuestionamiento, tan actual, de si deberíamos idealizar a los personajes conocidos”.

Estamos hablando del uso de profundidad de campo, de la mano del director de fotografía Gregg Toland, los planos picados para generar sensación de poder y enaltecimiento, y contrapicados para todo lo contrario. También el uso de flashbacks -esos viajes en el tiempo al pasado en forma de recuerdos-, la compleja banda sonora, o todo el trabajo de maquillaje, la narrativa de los sucesos. En resumen: con cada recurso, todas las escenas que vemos en la película están detalladamente pensadas y comunican en todos los aspectos. 

“Encontrar películas que tengan tanta relación entre la puesta en escena, el montaje y el guion es difícil. Admito que tampoco me parece la película más revolucionaria del mundo. Se le atribuyen muchas invenciones que quizás no le pertenecen solamente a ella. Sin embargo, no deja de ser una gran película”, dice Matarasso.

Pero esto no es nada nuevo. La historia la vimos homenajeada en la cultura pop: en “Los Simpsons” con el señor Burns buscando al osito Bobo, o las referencias en “Ready Player One”, “Batman”, “Inception” o en el video “Oh Father” de Madonna. Este 2021 la película cumple 80 años y es de mirada obligatoria para todes les amantes del cine.

Toda obra maestra, claro, parte primero de un guion. Pero vayamos de a partes: ¿por qué es importante un guion en el cine? ¿qué es lo básico a tener en cuenta? 

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Mucho antes de empezar un proyecto audiovisual, es necesario esbozar un guion que estructure todo lo que va a aparecer o no en la pantalla. Desde su mirada como futuro director de cine, Tapia considera que es un “trabajo fundamental” en todas las historias. Pero ¿cuál es específicamente el trabajo del guionista? “Tiene que conocer la estructura clásica de tres actos: introducción, nudo y desenlace, porque es un método de narración ancestral que probó su efectividad; por más que no quiera seguirla, tiene que conocerla aunque sea para poder romperla después”, explica.

Vale destacar que, al igual que toda la rama audiovisual, en tiempos de pandemia el rubro de guionistas se encuentra en crisis. En Argentina, el presidente de Argentores reveló que el sector audiovisual atraviesa una situación crítica que requiere de políticas públicas al respecto: “La situación de los guionistas es complicada, grave desde hace muchos años, no de ahora, pero cada vez el tema se va profundizando”, dijo a Teleshow.

“Un guionista elabora un relato a través de imágenes escritas para que un equipo técnico pueda hacer una película. Estudiar la forma en que se piensan las historias me parece fundamental, tanto para mejorar mi producción como para comprender un poco más cómo operan los discursos. En algún sentido, todo es una narración ¿no?”, se pregunta Matarasso al respecto.

Como vemos, el guionista es uno de los pilares básicos para el desarrollo de la película.  Según define Tapia, constituye “la génesis, los cimientos sobre los que se construye una película”. En el caso de “Ciudadano Kane”, también es el motivo de uno de los debates que siguen vigentes hasta el día de hoy: ¿quién fue el verdadero autor del guion?

Mientras una versión indica que Welles no estuvo involucrado en el proceso y fue solo obra del guionista, Herman J. Mankiewicz, otras resaltan que el director sí participó en el armado de la estructura. David Fincher toma una postura al respecto en la película “Mank”, que se estrenó en Netflix a finales del año pasado. ¿Por qué hablar de él? ¿quién era y qué importancia tuvo en la historia de Hollywood? ¿cómo era su relación con Orson Welles?

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-Esto no te va a gustar, Orson. Quiero mi crédito.

-¿Cómo dices?

-Es el mejor guion que he escrito.

El diálogo pertenece a la película “Mank”, una de las nominadas a “Mejor película” en la nueva edición de los Premios Oscar. Sigue la historia de Mankiewicz durante el armado de guion de “Ciudadano Kane”, como también es un retrato de Hollywood en la década de los 30’ y 40’, el star system y la inminente revolución del cine sonoro. Pero está lejos de ser una carta de amor al cine: todo lo contrario, es una crítica al sistema y al poder de los grandes magnates, su vínculo con la política y su influencia social, que todavía tiene vigencia.

‘Mank’ fue uno de los guionistas más destacados del cine norteamericano, aunque sus trabajos permanecían usualmente en el anonimato. También estuvo a cargo del guion de “El orgullo de los Yankees" y era productor en películas de los hermanos Marx. Se destacaba por su humor ácido y satírico, como también por sus adicciones, que vemos retratado en la película.

“Me gusta que utilice recursos de la época como el ritmo de montaje y de diálogos, el blanco y negro, la construcción de personajes. Sin embargo, creo que a veces puede parecer un poco manierista, en cuanto a que la forma está un poco por encima del contenido”, evalúa Matarasso.

Desde el vamos, para Fincher el proyecto estuvo cruzado por una razón personal: toma como base un guión escrito por Jack Fincher, su padre, antes de morir en 2003.  David había pensado en llevarla a la pantalla luego de filmar “The Game”, de la mano de Kevin Spacey y Jodie Foster. Sin embargo, Fincher reveló a Fotogramas que en ese momento “nadie quiso producir porque no querían una película en blanco y negro".

"Cuando él falleció tenía como nueve versiones distintas del guion en la estantería de arriba de mi despacho, y ahí se quedaron hasta que terminé la segunda temporada de 'Mindhunter': estaba exhausto, muy cansado, y no me sentía con los ánimos ni la fuerza para empezar de cero los guiones y la trama de la tercera temporada, así que Cindy Holland y Ted Sarandos [Netflix] me preguntaron si tenía alguna otra cosa que me gustaría hacer… Y les comenté que quería hacer 'Mank'", siguió a ese medio. 

Esto ocurrió mientras la compañía promocionaba la película “Roma”, donde también había trabajado con blanco y negro; fue ahí cuando comenzaron a trabajar juntos. Para lograr la mejor calidad posible trabajaron con la cámara RED Helium Ranger Monochrome, por decisión del jefe de fotografía, Erik Messerschmidt. Mientras tanto, la historia fue protagonizada por Gary Oldman, Amanda Seyfried -quien está por primera vez nominada a los Oscar como “Mejor actriz”-, Arliss Howard, Charles Dance, Tom Burke y Lily Collins. 

Según su mirada, toda la obra que vimos en la película de 1941 fue obra de ‘Mank’, mientras que el director no tuvo participación alguna. De hecho, el guionista expresa claramente en una de las líneas: “¿Qué habría dicho si hubiera ido a la ceremonia a recoger el Oscar? Pues que me alegra recibir este premio tal y como fue escrito el guion. Es decir, en ausencia de Orson Welles”.

“No sólo es una película sobre el cine y que tiene como tema una película legendaria, sino que está ambientada en una época que Hollywood tiene idealizada”, analiza Tapia sobre la película y sigue: “La actuación de Gary Oldman es excelente como de costumbre, y después en lo que respecta a fotografía, diseño de producción y de vestuario también es sobresaliente. La ambientación de la época que retrata está muy bien lograda”.

¿Cómo dialogan “Ciudadano Kane” y “Mank”? “Hay un punto de comparación muy fuerte entre ambas, y es el protagonista. Kane tiene características que se pueden ver en Herman Mankiewicz, el personaje de la película, no necesariamente el Mank real. Si bien William Hearst fue la inspiración oficial para Kane, creo que Fincher quiso hacer un paralelismo entre este último y Mankiewicz”, explica Tapia.

Luego amplía: “Kane se rebela contra los políticos que considera corruptos y las formas tradicionales de hacer periodismo, Mank se rebela contra los jefes de estudios y un millonario como Hearst. Ambos son rebeldes, que sienten que están luchando contra el poder pero más de una vez parece que esa lucha está más basada en el ego que en la búsqueda del bien y la justicia. Son personas obstinadas y obsesionadas con su trabajo, cuyas actitudes terminan perjudicando a quienes los rodean. Al menos Mank tiene cierto nivel de conciencia sobre lo difícil que es, y lo dice claramente cuando le pregunta a su esposa ‘¿Por qué me soportás?’”. 

Por su parte, Matarazzo sostiene: “Son películas invertidas en algún sentido. Ciudadano Kane cuenta la caída de un personaje cuyo entorno está a su servicio. Mank es el ascenso de un personaje desencajado de su contexto. Hay cierto reflejo espejado en los conceptos narrativos de ambas historias. Creo que ambas películas tienen una buena construcción de guion, que les permitió llegar a tan buenos resultados. El Herman J. Mankiewicz de la película es un personaje ficcional, me interesa más su entidad como metáfora de la lucha con un sistema monstruoso que se lo devora hasta casi la destrucción que pensar si es bueno o no su forma de trabajar. Mientras se llegue a un buen guion, casi cualquier método de escritura es válido”. 

Cuando parece que está todo dicho, la llegada de películas como “Mank” ponen sobre la mesa viejos debates, permiten revisionar clásicos que se convirtieron en escuelas de cine y, por sobre todas las cosas, poner sobre la mesa el trabajo de guionista, una de las figuras más importantes a la hora de realizar una película e invisibilizado frente a la pantalla.

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