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De “Heartstopper” a la revolución de historietistas LGBTIQ+ en Argentina

La serie de Netflix está basada en un cómic que se volvió un fenómeno literario. En el marco del Día del Orgullo, Filo.news dialogó con tres ilustradorxs queer de nuestro país para reflexionar sobre el lugar que tienen las diversidades en las historietas, el impacto de la serie y más.

De “Heartstopper” a la revolución de historietistas LGBTIQ+ en Argentina
(Foto: Gentileza prensa)

-Quería preguntarte algo.

En medio del pasillo de la secundaria, Nick se acerca a Charlie, su nuevo compañero que lo mira, sonríe y suspira. De repente todo se torna fucsia, con hojas flotando por el aire, una especie de nube del amor mientras escucha la frase “¿Quieres salir conmigo?”; aunque la verdadera pregunta, en realidad, era “¿Te unes al equipo de rugby?”, en su mente la fantasía existe y en la serie también. Y promete quedarse.

Foto: Gentileza prensa

La primera vez que la escritora e ilustradora queer Alice Oseman imaginó a estos personajes fue en su primera novela, “Solitarie” (2014), aunque no eran protagonistas. Cuatro años después publicó en Tumblr un webcómic dedicado a ellos dos, “Heartstopper”, que se convirtió en un fenómeno literario.

Foto: Instagram @aliceoseman

La trama sigue a Charlie Spring (Joe Locke), un joven introvertido que se enamora de su nuevo compañero, el deportista Nick Nelson (Kit Connor). La relación entre ellos es el disparador para plantear temáticas como salud mental, búsqueda de la identidad, amistad, familia o acoso escolar. Esta historia llegó a Netflix en forma de miniserie, donde repitió su éxito; Oseman también fue creadora, guionista y productora de la tira, que está inspirada en su propia historia.

 

La historieta como refugio y canal de expresión. Un espacio para ser libres y dejar atrás los estereotipos sociales y de género. Un espacio para ser que se vive en todo el mundo y también en Argentina. 

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Agustina Casot se define como historietista lesbiana no binarie. Nacida en la Provincia de Buenos Aires, se recibió de diseñadora textil en la UBA. Con más de 10 mil seguidores en Instagram, distribuye sus trabajos en librerías, los plasma en remeras, stickers de WhatsApp y figuras de acción.

“Siempre me gustó hacer historieta, y cuando descubrí mi sexualidad, empecé a usarla como medio de expresión porque no encontraba lo que yo quería leer en ningún lado”; reflexiona a Filo.news y sigue: “También se convirtió en un medio para conocer gente, expresar lo que me pasaba. Con el pasar del tiempo empecé a pensarlo más seriamente, como herramienta de militancia y de entretenimiento”.

Foto: Instagram @agustinahistorietas

Según recuerda, cuando empezó “no conocía ningune” con quien identificarse, hasta que conoció a Alison Bechdel: “Es como LA referente del universo”, nos cuenta. En 2018 editó su primera novela gráfica "Diverses", con entrevistas gráficas a personas de la comunidad, que fue seguida por tres libros de humor gráfico: "Brujas y pantuflas" (2019) "Chongas" (2019) "Brujas y la música” (2020). “Todo mi laburo personal es LGBTIQ+, a veces tengo una faceta más militante, pero creo que ya ser queer y ser artista ya te hace hablar de ciertos temas, quieras o no. Al mundo le incomoda hasta que dibujes una lesbiana tirandose un pedito. Hablo muchos sobre género, sexualidad, formas de vincularse”, comenta. 

Actualmente está terminando el tercer libro de su tira de humor de brujas, donde habla sobre la búsqueda de la felicidad. “A muchas personas LGBT nos han dicho que nunca íbamos a ser felices, como si hubiera algo más allá, inalcanzable qué andá a saber que se imaginan que es”, reflexiona. También creó el festival “¡Vamos las pibas!” de autorxs de historieta (mujeres, lesbianas, no binarias y otras identidades). Se trata de un encuentro gratuito que tuvo su último encuentro en marzo de este año y que volverá a repetirse el 10 de septiembre

Foto: Instagram @agustinahistorietas

Patricio Oliver es egresado de la carrera de Diseño Gráfico en la Universidad de Buenos Aires, donde ejerce como docente de Tipografía desde el año 2000 y de Ilustración desde el año 2014. Como ilustrador y diseñador gráfico, su trabajo recorrió el mundo en conferencias, muestras y talleres en Chile, Colombia, EE. UU., Tailandia, Taiwán, Reino Unido, España, Canadá, Alemania y Japón.

“Desde que era muy chico, siempre me llamaron la atención las historietas, fueron un elemento formativo en mi vida desde los años 80s”, revela en diálogo con este medio. Según recuerda, en su mayoría leía cómics de superhéroes, aunque en esa época estaban bajo la normativa del Comic Code Authority, que restringía la aparición de héroes que fueran identificados como homosexuales.“Fue de la mano de autores como Chris Claremont que, mediante el uso de metáforas y codificaciones, fui encontrando en sus personajes paralelismos con mi identidad y lo que implicaba pertenecer a un grupo no aceptado socialmente”, recuerda.

Foto: Página web Patricio Oliver

Así se animó a ilustrar su primera historieta para “Ábreme”, una antología de temática queer. En 2009 publicó su primer libro, “Maurice in love”, que compilaba una tira sobre un joven bisexual que él compartía diariamente en Fotolog. “A decir verdad, prácticamente no conocía referentes en la historieta que fueran LGBT. El único ilustrador de cómics que yo sabía que era gay es Phil Jimenez, que trabaja para DC Comics, y recuerdo haber cruzado algunos mails a fines de los 90 con él contándole lo importante que era para mí saber que existía un historietista abiertamente gay”.

En 2016 realizó el cómic "Los Potenciales" para el colectivo de historietas de superhéroes de autor Totem Comics. Trabaja también para Agencia Presentes, donde hace ilustraciones con elementos de historieta para comunicar informes. En sus redes hace posteos como “Sucesxs LGBTI+ Argentinxs”, donde uniendo elementos del cómic y la infografía, narra acontecimientos del colectivo. “Muchxs de mis personajes son claramente LGBTIQ y resulta muy gratificante cuando recibo un mensaje de alguien que leyó, por ejemplo, Los Potenciales y se siente reflejadx o representadx de alguna manera en esas páginas”. 

Foto: Instagram @patriciooliver.arg

Elioh Kortsarz nació en Salta en los 80’, donde empezzó a dibujar historietas desde muy chica, antes de saber leer y escribir. “Leer y dibujar cómics en mis años de primaria no era bien visto, ni por mis compañeros y compañeras ni por las maestras. Las historietas eran cosa de varones y muchas veces me tenía que defender de esos prejuicios”, recuerda a este medio. 

“A los 18 años me fui a Buenos Aires para formarme en lo audiovisual pero no encontraba mi lugar allí, así que después de varias pruebas entendí que mi vocación era el dibujo y la narrativa y me metí de lleno en la historieta. El camino no fue fácil, no tenía idea de donde empezar, internet fue de gran ayuda para conocer colegas y empezar los primeros proyectos”, cuenta. Comenzó a trabajar de manera profesional en 2003, y publicó su trabajo en diversos países como Argentina, Brasil, Inglaterra y Estados Unidos. 

Foto: Instagram @eliohcomics

En sus obras suele mezclar elementos de la cultura pop con escenarios y personajes salteños. “Creo que lo que me caracteriza especialmente es mostrar mujeres y diversidades fuertes, lejos del papel de víctima”. En este sentido, para ella fue clave la aparición de Revista Clítoris en el año 2010, dirigida por Mariela Acevedo, que historietistas mujeres y disidentes de todo el país puedan conectarse.

Según cuenta, le gusta la ciencia ficción, lo fantástico y lxs superhéroes; de hecho, junto a Fernanda Mel a principios de los 2000 crearon a Supercake, la primera superheroína lesbiana argentina. “Actualmente trabajo en una historia de ciencia ficción distópica con personajes queer, donde aparecen otros ingredientes que disfruto mucho utilizar en mis historias, el humor y la ironía. En la actualidad, en el NOA, las historietistas feministas y disidentes estamos en contacto permanente y ya generamos encuentros y trabajos en conjunto”, adelanta.

Lxs tres forman parte de “Secuencia Disidente”, un espacio para compartir historietas LGBTIQ+ creadas por autorxs LGBTIQ+ “para todos los ojos”. “Es importante poder verse como parte de algo más colectivo. Es comenzar a trazar la historia casi silenciada de la historieta queer en Argentina -dice Patricio y sigue- Fue clave para dejar de pensar la historieta como un espacio exclusivo para varones hetero cis y descubrir una explosión de voces trans, no binaries, maricas, tortas, bisexuales contando sus crónicas o construyendo ficciones y mundos con un ángulo que antes quedaba opacado por la falta de espejos o ventanas en los que verse reflejados”.

Supercake | Foto: Instagram @eliohcomics

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Como bien sabemos, el arte muta y vive a través de los cambios sociales y culturales, y con los feminismos en agenda, la lucha por la igualdad y visibilidad llega también a las historietas. Sin embargo, todavía queda un largo camino por recorrer. 

“Dentro del rubro no creo que haya mucha visibilidad ni diversidad. Se edita muy poco y menos cosas LGBTIQ+. Yo debo ser une de les autores con más libros, pero la realidad es que si yo no me hubiera editado en su momento no me editaba nadie”, opina Agustina y Elioh agrega: “La industria de la historieta es un ambiente muy masculino, y ─como pasa en todos los rubros─ uno de los principales problemas es que a las mujeres y las identidades LGTBIQ+  tienden a invisibilizarnos; sin embargo, en los últimos años surgió una gran cantidad de artistas diversxs que tienen cada vez más peso”.

Por eso es importante que exista un cómic como “Heartstopper”, que además llegó a la pantalla chica de Netflix con la visibilidad que eso implica. De hecho, un usuario de Twitter escribió: “Acabo de salir del armario ante mis padres usando como ejemplo la escena de Nick, estoy muy emocionado”; Connor, el actor que interpreta al personaje, respondió: “Esto, por esto lo hicimos”. Es una historia protagonizada y dirigida a adolescentes, donde la narrativa sobre diversidad no tiene un final trágico o violento, sino que celebra el amor, la frescura y espontaneidad pero por sobre todo la ternura. 

Foto: Gentileza prensa

“Hay dinámicas muy bien tratadas en la serie y momentos que me emocionaron, sobre todo en escenas con sus padres. Hubiera sido impensable en los 90 tener una serie o película de este tipo de manera tan accesible”, analiza Patricio, mientras que Agustina opina: “Está bueno que tenga mucha ternura, algo que en las ficciones y en la vida real a veces pareciera que no está permitido”. Elioh, por su parte, suma: “Pienso que es la historia ideal que todxs lxs identidades hubiésemos querido vivir y no todxs (especialmente lxs mayores) pudimos experimentar, me gusta especialmente la mirada positiva que tiene sobre sus personajes”.

Lo cierto es que el cómic y la serie abren espacios y debates en muchxs jóvenxs, permite la identificación y saber que no están solxs. Como resume Agustina: “Lo importante es traspasar lo mejor posible las cosas al humor gráfico, historieta, ilustración o lo que sea. Porque no es lo mismo que te den para leer un libro sobre género o alguien venga a decirte ‘esto es así’ a que te aparezcan unas brujitas, te lo digan de forma graciosa y entre líneas”.

Foto: Gentileza prensa
  • ¿Te gustaría que alguno de tus trabajos llegue a convertirse en una serie de Netflix? ¿cuál y por qué?

Agustina: Que lindo sería que algún laburo propio fuera adaptado a serie. Pienso en alguna cosa que todavía no vió la luz y solo existe en boceto, sobre ser LGBT y los vínculos que se generan a partir de la identidad y que pasa cuando no encajamos ni ahí.

Elioh: Creo que todxs lxs artistas buscamos la visibilidad de nuestra obra, en ese sentido sería genial que uno de mis trabajos llegue a Netflix, aunque no estoy segura cual porque les tengo mucho cariño a todos.

Patricio: Me encantaría que "Los Potenciales" fuera una serie animada, creo que reúne muchísimos elementos que, llevados a ese formato, la harían crecer mucho más aún como historia y en sus personajes. 

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