A pesar de que estrenó hace casi cuatro décadas, la película de Steven Spielberg sobre el alien varado en la Tierra que se hace amigo de un nene, se convirtió en un clásico eterno y sigue siendo una de las películas más entrañables para toda la familia. Acá te contamos algunas curiosidades sobre su producción y el éxito que inspiró otras historias.

El diseño de E.T. fue inspirado por una mezcla de fotos de gente famosa

Steve Spielberg le encargó el diseño de su personaje principal al artista de efectos especiales Carlo Rambaldi, con quien ya había trabajado en Encuentros cercanos del tercer tipo, dándoles vida a los “visitantes”. Su experiencia además incluía la creación de los efectos para la cabeza mecánica del Xenomorfo en la primera película de Alien. Para E.T. debía crear un personaje con el que el público pudiera empatizar y, a pedido de Spielberg, tuvo como referencia fotos de ancianos. La particular forma del personaje fue inspirada en un cuadro que había pintado el propio Rambaldi y para diseñar los rasgos faciales mezcló fotos de Albert Einstein, Ernest Hemingway y Carl Sandburg.

Los movimientos del personaje se hicieron con títeres y actores reales

Para algunas escenas, los diseñadores de producción construyeron sets (como la habitación de Elliott y el comedor familiar) sobre tarimas, para poder poner los cables del títere animatrónico de E.T. por debajo y manejarlo desde otra habitación. Para los movimientos de las manos contrataron a una mimo profesional llamada Caprice Rothe, ya que Spielberg quería que se vieran fluidos y naturales. En las escenas que E.T. tenía que levantar algo o interactuar con Elliott, ella usaba guantes para darle más realismo. Un trío de actores hicieron las tomas de E.T. donde se lo ve de cuerpo entero, con trajes especialmente diseñados. Entre ellos estaba Matthew DeMeritt, un actor de 12 años que nació sin piernas y se hizo famoso por darle vida a E.T. caminando con sus brazos.

La primera voz de E.T. fue el mismísimo Steven Spielberg

Durante las filmaciones, el director actuaba detrás de cámara como si fuera el extraterrestre para ayudar al elenco de niños a conectar mejor con el personaje. Así pronunció frases como la famosa “E.T. teléfono casa”, pero en el corte final fue reemplazado por la voz de la actriz Debra Winger. Además el diseñador de sonido Ben Burtt (también un viejo conocido de Spielberg, que había trabajado con él en Los Cazadores del Araca Perdida) grabó otras voces y las mezcló con el sonido de varios animales respirando. Al final quedaron las contribuciones de 18 personas distintas para la voz del protagonista.

Henry Thomas improvisó su audición para el papel de Elliott

Uno de los mayores desafíos de Spielberg era encontrar al actor perfecto para interpretar al niño que se hace amigo del alien. Uno de sus colaboradores le sugirió a un joven actor con quien había trabajado en una película anteriormente y lo convocaron a una audición en los estudios Universal. Pero en vez de darle el guion para que leyera uno de los diálogos de la película, Spielberg lo hizo improvisar una escena con un agente del gobierno (interpretado por el director de casting Mike Fenton) y su única indicación fue que tratara de evitar a toda costa que se lleven a su amigo. El pequeño actor era Henry Thomas, quien se largó a llorar durante la conmovedora escena y consiguió el papel ahí mismo.

La historia iba a ser mucho más oscura

Al principio, Spielberg tenía la idea de hacer una película inspirada en el divorcio de sus padres cuando él era adolescente. El proyecto quedó encajonado, ya que Columbia Pictures le exigía una secuela de Encuentros cercanos del tercer tipo, que había sido un éxito. El director no quería saber nada, aunque había tenido una idea sobre qué hubiera pasado si uno de los aliens no regresaba a la nave nodriza al final de esa película. Entonces le encargó a un guionista que la escribiera, pero resultó ser una historia oscura sobre una familia aterrorizada por un grupo de aliens que se hacen amigos de su hijo. Spielberg decidió cambiar el tono del proyecto y se puso a trabajar con la guionista Melissa Mathison para combinar su historia semi-autobiográfica con un alien bueno y más tarde retomó el otro concepto para escribir el guion de Poltergeist.

La película fue acusada de plagio

E.T. resultó ser un gran éxito internacional y eventualmente surgió un reclamo por plagio del director indio Satyajit Ray, alegando que Spielberg le había robado la idea de un guion escrito por él en 1967, llamado El Alien. Columbia Pictures había tenido el proyecto, pero por problemas legales no se llevó a cabo con Ray. El director sintió que las similitudes entre su historia y la de E.T. no eran pura coincidencia y le dijo a la prensa que la película no hubiera sido posible sin las ideas de su guion, que había estado circulando por Hollywood. Pero Steven Spielberg lo negó públicamente y dijo que en esa época él todavía estaba en la secundaria y ni siquiera hacía películas. No hubo acciones legales y Ray siguió filmando hasta su muerte en 1992.

Spielberg batió sus propios récords

Después de una presentación en el Festival de Cannes donde gozó de la buena aceptación por parte de sus colegas y la crítica especializada, E.T. fue un gran éxito de taquilla en Estados Unidos y el resto del mundo. Durante once años se mantuvo como la película más exitosa de todos los tiempos, hasta 1993, cuando fue destronada por otro clásico eterno del mismo director: Jurassic Park. Hasta 1982 el récord lo ostentaba su colega y amigo George Lucas con Star Wars, pero E.T. lo superó con una recaudación de 619 millones en todo el mundo (y sigue siendo una de las más taquilleras de la historia en los rankings ajustados a la inflación).

Hay un guiño a Star Wars y George Lucas devolvió la cortesía

Además de disputarse los primeros puestos en los rankings mundiales, los dos directores son muy buenos amigos y empezaron sus carreras prácticamente juntos. En E.T. Steven Spielberg homenajeó la saga de Star Wars con la aparición de un niño disfrazado de Yoda en la escena de Halloween. No le dijo a su amigo hasta que le mostró la película personalmente en el Rancho Skywalker, y George Lucas aprobó el chiste con una carcajada. Muchos años más tarde, cuando el creador de Star Wars lanzó la trilogía de precuelas, la especie de E.T. formó parte del Senado Galáctico en Episodio I: La Amenaza Fantasma.

M&M rechazó ser parte del proyecto

En la historia concebida por el guion originalmente, Elliott atrae la atención de E.T. con un caminito de M&M, pero la empresa de dulces Mars rechazó la idea supuestamente porque el alien les pareció “feo”. Otra versión dice que Universal no les dejó ver el guion completo y por eso la compañía no quiso formar parte del proyecto. De cualquier manera, le llevaron la propuesta a Hershey para ver si podían usar una golosina llamada Hershey Kisses, pero pero la empresa estaba buscando promocionar su producto Reese’s Pieces, relleno de mantequilla de maní. Invirtieron un millón de dólares en los derechos para promocionar el uso en E.T. y después de estrenada la película reportaron un aumento del 65% en las ventas.

Harrison Ford apareció en una escena, pero fue eliminada

El actor ya era una estrella reconocida internacionalmente cuando filmaron E.T. gracias al éxito de Indiana Jones: Los Cazadores del Arca Perdida. El director volvió a convocar a Harrison Ford para formar parte de su nuevo proyecto como el director de la escuela de Elliott. Además de la mamá del nene, ningún otro adulto aparecía en el tercer acto de la película, por lo que Ford fue filmado siempre de espaldas. Entre otras escenas, el actor aparece después de que Elliott libera a todos los sapos que van a ser disecados, cuando el director lo llama a su oficina para retarlo. Pero sus escenas fue cortada por cuestiones de duración.

Casi hubo una secuela

Debido a su gran éxito, Spielberg y Mathison escribieron la historia para una posible secuela de E.T. titulada “E.T. II: Nocturnal Fears". La trama se desarrolla el verano posterior a la primera película: Elliott y sus amigos son secuestrados por una raza mutada de E.T. liderada por una entidad maligna llamada Korel que está buscando a Zrek, otro alienígena varado en la Tierra. Eventualmente el bueno de E.T. se las arregla para salvar al grupo de niños y los ayuda a volver a la Tierra. Al final, Spielberg decidió no hacer una secuela para no arruinar la imagen de la original. Pero la historia fue novelizada por el autor William Kotzwinkle y publicada en 1985. ET: El libro del planeta verde tiene lugar en Brodo Asogi, el planeta natal de E.T. En la atracción diseñada para el parque de Universal incluso se puede ver esta parte de la historia.