Personajes entrañables, terror, sadismo, ironía, muchísima sangre, y una cruda crítica al sistema son algunos de los componentes que convierten a "El Juego del Calamar" (Squid Game, en inglés) en una de las series más vistas de Netflix de lo que va del 2021.

Tal es su éxito que le ganó a tanques como la tercera temporada de "Sex Education", la última gran apuesta de la plataforma de streaming, y domina los rankings de espectadores lejos de su cultura natal tanto en Estados Unidos como en Argentina.

La historia cuenta la vida de una serie de desaventurados personajes en aprietos que por diferentes motivos deben grandes sumas de dinero. Un día les llega una llamativa invitación a participar de un torneo de juegos infantiles a través del cual el ganador podría convertirse en millonario.

Pero, nada es lo que parece y las bases y condiciones de la competencia esconden perturbadoras reglas que hacen de esta serie surcorena una mezcla de emociones: espanto, ternura, risas, llanto, empatía y terror.

Con reminiscencias a "El juego del miedo" y "Los juegos del hambre", los participantes se verán en el desafío por sobrevivir a un macabro experimento que en una filosa crítica a la desigualdad del sistema se propone como una realidad no muy distinta a la que viven día a día los protagonistas.

Su ácido sentido del humor y su manera de retratar la realidad social también recuerda a otra ficción coterránea, "Parasite", mientras que su dinámica recupera el universo Orwelliano de "1984" y el personaje de "Big Brother" que todo lo observa en la piel de unos inmutables soldados rojos que llevan la batuta de los juegos comandados por un misterioso líder.

Estéticamente, "El juego del Calamar" presenta planos minimalistas, simétricos, tonos pasteles y un universo infantil que tiñe de un color aún más perverso a una trama que podría calificarse como "torture porn" o cine gore en la que no faltan escenas con litros de sangre musicalizadas con la apacible melodía de "El Danubio Azul" de Johann Strauss.

Hwang Dong-hyuk, creador y director de la serie, contó a The Korean Times que el guion data del año 2009 pero que fue casi una década después que consiguió el financiamiento para llevarla a cabo ya que "en ese momento los productores consideraron que la historia era peculiar y violenta" y que "fue difícil conseguir un inversor o actores para el reparto", explicó.

Otro factor de éxito se debe a su elenco compuesto por estrellas coreanas como Park Hae-soo, Lee Jung-jae, Jung Ho-yeon, Oh Young-soo y Gong Yoo sumamente codiciadas por el mundo occidental gracias al boom del K-pop y otros fenómenos orientales cada vez más populares por estas latitudes.

"El juego del calamar", llamada así por un típico juego infantil oriental, reune en nueve brillantes episodios la lucha por sobrevivir en un mundo plenamente desigual e individualista con el sentido de solidaridad y empatía en el marco de una competencia en la que lo que está en juego es la vida misma.