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Cine y series

Filo.explica | Disney: cómo se construyó el imperio del ratón

En una nueva edición, recorremos una historia de fantasía, inversiones y milagros, pero también con secretos, mitos, acusaciones y racismo. Esto es Disney.

Filo.explica | Disney: cómo se construyó el imperio del ratón

¿Cómo se convirtió en la mayor empresa de entretenimiento del mundo? ¿Mickey Mouse es un plagio? ¿Congelaron a Walt Disney? ¿O es un mito? Hablemos del mayor imperio multimediático del universo y de cómo todo empezó con un ratón, pero antes que nada, el mito de la cámara criogénica.

Walt Disney sufría de cáncer de pulmón y todo indica que falleció en 1966. Sin embargo, ante el blindaje de la familia y algunos rumores que se corrieron, sumado a que a los pocos días en Estados Unidos congelaron al primer ser humano, la leyenda creció y dice que está en cuidado hasta que se desucbra la cura contra el cáncer. ¿Listo? Vamos con lo del imperio.

Todo arrancó de abajo. Un estudio de animación más bien modesto en 1923, dirigido por los hermanos Walt y Roy. Fueron los creadores del primer corto animado en utilizar exitosamente el sonido sincronizado con el simático Mickey Mouse, abriendo un nuevo camino creativo en el año 1928 y de ahí la primera época de oro.

Entre 1938 y 1966, estrenaron películas que hoy son clásicos absolutos: “Pinocho”, “Fantasía”, “Dumbo”, “Bambi”, “La Cenicienta”, “Peter Pan”, “La Dama y el Vagabundo”, “La Bella Durmiente” y “101 Dálmatas”, hasta que en 1955 iban a cambiar la historia (otra vez) con la inauguraron Disneylandia, su primer parque temático.

El éxito y crecimiento de la empresa parecía no tener techo, pero en 1966, enfrentaron la peor noticia con la muerte de Walt Disney (¡Sí, muerte! Ya lo discutimos). En 1971 se inauguró Disney World, en Orlando, pero a los pocos meses después, Roy murió y se vivieron años de inestabilidad empresarial y menor éxito en las taquillas.

Los 80 pasaron y ya para los 90 llegaba la verdadera revolución. “La Sirenita” fue un hito que marcó el comienzo de una nueva etapa y la recuperación de Disney. Desde ahí, éxitos: “La bella y la bestia”, “Aladdin”, “El Rey León”, “Pocahontas”, “El jorobado de Notre Dame” y “Mulán”.

Pero no todo es color de Rosa. Disney fue motivo de críticas, denuncias, parodias y burlas de sus cadenas rivales y entre ellas dos puntos. Primero se cuestionan sus prácticas comerciales poco transparentes, contar con un equipo jurídico impiadoso y alejado del mundo de sueños, falta de creatividad y plagio.

Después, lo socialmente más grave: su perpetuación de estereotipos raciales y de género. Muchos han afirmado que Disney ha sido históricamente racista por su representación lavada del esclavismo en algunos films, mostrar a tribus originarias como salvajes y vincular a los árabes con la violencia, como el caso Aladdin.

Con el correr de los años, otro sector ganó terreno en la crítica y hasta hoy es el máscuestionado. Las tan amadas princesas tenían un mensaje claro, pero ignorado por mucho tiemó. Se caracterizaban por su debilidad y la necesidad de tener un príncipe, un hombre, que las rescate o las bese dormidas para así poder llegar a ser felices por siempre.

Ya en 1998 se dio un cambio con “Mulán”, la primera princesa asiática, guerrera y que se hizo pasar por hombre. Y desde ahí, surgieron varios temas de debate ya que muchos apuntaban a que estaba simplemente siguiendo las corrientes de la llamada “corrección política” para mantener su negocio ¿Será así?

Por lo pronto, Disney no deja de ser ese lugar maravilloso con el que todos sueñan ir, pero a medida que vamos creciendo vamos notando estas cuestiones que nos hacen pensar, debatir y creer o no en lo que se está presentando. La corrección política de la que se habla puede ser generacional o no, pero a veces, parece forzado, ¿no?

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