Nacido de la mente de un biólogo marino frustrado, Bob Esponja se convirtió en uno de los personajes animados más icónicos de la TV americana del nuevo milenio. Con su infinito optimismo y sus ganas de ser amigo de todo el mundo, la esponja con pantalones llegó hace ya veinte años para instalarse en el imaginario colectivo y en los corazones de toda una generación.

El creador de este delirio hermoso fue Stephen Hillenburg, quien murió el año pasado trágicamente joven a los 57 años, muy genial para este mundo. Su trabajo como caricaturista para Nickelodeon lo llevó a formar parte primero de La vida moderna de Rocko y abrirse camino en esa movida contracultural que llenó la televisión de dibujitos surreales a fines del siglo pasado.

Hillenburg esbozó personajes que representaban perfectos estereotipos del comportamiento humano y llevaban un paso más allá la moralina de las caricaturas de la época. El contraste del idealismo de Bob Esponja con el cinismo de sus compañeros de pantalla, daba lugar a situaciones desopilantes que al final del día dejaban valiosas y genuinas lecciones

La serie usa arquetipos cómicos que han funcionado por cientos de años, desde mucho antes que Shakespeare.

Tanto grandes como chicos cayeron rendidos ante el encanto naif de esos cortísimos episodios, volviendo a Bob Esponja un fenómeno a nivel global. Traducida a nuestra época actual, la popularidad de la banda marina se trasladó a internet, con memes que inundan las redes evocando el poder de la nostalgia.

Gracias a las apariciones de sus licencias de conducir en varios momentos de la serie, tenemos una idea bastante exacta de la edad de los personajes. Aunque cumpla 33 años, Bob Esponja oscila entre la inocencia de la infancia y las responsabilidades de la vida adulta, mientras sus fans ven en él todo lo que son o quisieran ser.

Estas características tan distintivas del personaje le dan esa esencia atemporal, y lo que nos resultaba cercano en esa época sigue teniendo la misma vigencia hoy. Después de 242 episodios, dos películas (y una tercera en producción) y hasta un exitoso musical de Broadway, el encanto de la esponja más simpática del mundo sigue intacto.