La serie de películas de los “Cazafantasmas” (Ghostbusters) son parte de la infancia de los niños de los ‘80. Las dos primeras entregas, comedias con toques de terror, son casi objetos de culto para los fanáticos que esperan una secuela oficial hace treinta años.

Bill Murray, protagonista de la original, se negó a filmar una secuela, así que Sony produjo en 2016 una nueva versión en la que prefirió descartar a aquellos personajes y reemplazarlos por un grupo de populares actrices, veteranas del programa de sketches Saturday Night Live. Para esos mismos fanáticos la remake fue un sacrilegio desde el momento en que se anunció.

Desde su anuncio, esta remake fue víctima de un boicot organizado por miembros de foros como Reddit y 4chan que atacaron a la película desde el tráiler. Una campaña que puede haber nacido del amor legítimo por la película original pero que terminó demostrando tintes misóginos y racistas dirigidos principalmente a la actriz afroamericana Leslie Jones.

“La mayoría de estos comentarios suenan como si vinieran de niños ignorantes. Tenés que odiarte a vos mismo para expresar ese tipo de odio. Ni siquiera en mi peor día podría pensar en odio así. No sé qué sentir. Estoy bloqueada.”

La remake finalmente se estrenó y a pesar de que recaudó 230 millones de dólares en todo el mundo, su alto costo hizo que Sony decidiera no continuar con ese elenco. Tres años después del estreno, el estudio anunció una nueva película, que será una continuación directa de la versión de los ‘80.

Esta secuela estará dirigida por Jason Reitman, hijo de Ivan, autor de las películas originales. El miércoles Reitman dio una entrevista en el podcast del comediante Bill Burr en el que parecía distanciarse de la versión anterior.

“Mi película va a ser una carta de amor a los Cazafantasmas. Amo esta franquicia, crecí viéndola, me considero el primer fanático. Quiero devolver la película a los fanáticos.”

Las palabras que Reitman eligió fueron criticadas por distintos columnistas del mundo del cine y la política. El discurso parece dar entidad a los mismos activistas que boicotearon la película anterior, y da a entender que comparte su opinión. En Twitter la reacción fue inmediata.

Después de varias horas en las que Reitman y Cazafantasmas llegaron a ser tendencia, el director respondió pidiendo disculpas.

“¡Eso salió mal! No tengo más que admiración hacia el trabajo de Paul (Feig, director), Leslie (Jones), Kate (McKinnon), Melissa (McCarthy) y Kristen (Wiig) y la valentía con la que hicieron Cazafantasmas 2016 ¡Expandieron el universo con una gran película!”

El director Paul Feig aceptó las disculpas de Reitman y expresó lo importante que fue su apoyo al inicio de su carrera. Las actrices no han comentado al respecto pero Leslie Jones dijo en enero que la remake era “un insulto” y “algo que Trump haría”.