En cualquiera de sus versiones, “Nace una Estrella” es de esas historias que los Oscar aman. Un cuentito ambientado en el mundo del espectáculo que convierte a sus personajes en figuras casi míticas, aún en la derrota. Una fábula que exalta la fama y el amor del público, y a la vez los muestra como una presión imposible de soportar. Los artistas son casi angelicales, los managers demoníacos.

Los Oscar también aman las quijotadas. Bradley Cooper sueña con su propia versión de esta historia hace casi una década, cuando fue convocado para interpretar al personaje bajo la dirección del eterno Clint Eastwood. Cooper se apropió del proyecto, anunció que sería su debut como director, reescribió el guión y hasta colaboró en la composición de las canciones.

¿Otra cosa que los Oscar aman? Descubrir nuevo talento, y desde las primeras proyecciones estaba claro que Lady Gaga se comía la película. Su interpretación de Ally tiene una naturalidad que se aleja de la extravagante presencia escénica de la cantante, y a la vez es capaz de sostener toda la intensidad dramática de sus escenas con Cooper.

Finalmente, los Oscar aman un éxito inesperado. “Nace una Estrella” costó 36 millones de dólares y ni siquiera su propio estudio creía que iba a alcanzar esa cifra en la taquilla. Sin embargo, sólo en su primer fin de semana la película recaudó 42 millones, y gracias al boca en boca positivo terminó con 210 millones en Estados Unidos y otros 200 en el resto del mundo.

“Nace una Estrella” terminó 2018 en la cima, con cinco nominaciones a los Globos de Oro y un triunfo casi garantizado.

La palabra clave es “casi”. A lo largo de la ceremonia fue quedando claro que el entusiasmo por “Nace una Estrella” se había apagado con los meses. Bradley Cooper perdió como actor y director, algo que era dentro de todo esperable, pero el premio a mejor actriz (que en diciembre parecía cantado para Gaga) fue para Glenn Close por “La Esposa”, una película que pasó completamente desapercibida.

El cachetazo final fue el Globo de Oro a mejor película dramática para Rapsodia Bohemia, una sorpresa absoluta que en retrospectiva tiene sentido: la prensa internacional que entrega los Globos de Oro responde mucho más a la leyenda de Queen que al country rock de la película de Cooper. El único premio fue para la canción “Shallow”.

Poco después de la entrega de los Globos de Oro se anunciaron las nominaciones a los Oscar, y la sorpresa de que Cooper no entró entre los candidatos a mejor director. Otra mala señal a la que se sumaron múltiples derrotas en los premios menores que preceden a los de la Academia.

A pesar de sus ocho nominaciones, hoy los especialistas coinciden en que “Nace una Estrella” no tiene ninguna posibilidad en los premios más grandes ¿cómo se puede pasar en unos meses de favorita a ninguneada?

Quizás tenga que ver con la fecha de estreno. Las películas “del Oscar” se suelen estrenar en los últimos días de diciembre, luego de una exitosa carrera en festivales. La estrategia es aprovechar estos meses de frío en los Estados Unidos en los que la asistencia a los cines crece, y películas más chicas pueden destacar lejos de los tanques que Hollywood estrena entre marzo y noviembre. “Nace una Estrella” se estrenó en octubre y quedó relegada por películas más frescas como “Roma” y “La Favorita”. Es la misma razón por la que la excelente “El Infiltrado del Kkklan” no tiene muchas posibilidades.

Otra de las teorías es que la película ya tiene su reconocimiento. A los Oscar les gusta demostrar un gusto refinado, “rescatar” cine que sin su apoyo pasaría desapercibido, y eso con “Nace una Estrella” no ha pasado. Sí con películas que verían su trayectoria comercial alterada por un premio, como pasó con anteriores ganadoras como “Luz de Luna” o “Vivir al Límite” (The Hurt Locker).

La campaña publicitaria puede haber sido otro problema. Nate Jones, de la revista New York, sugiere que Bradley Cooper estaba demasiado concentrado en recibir esa nominación a mejor director y podría haber dejado escapar sus posibilidades de ganar el premio a la actuación por su insistencia en separarse del personaje de Jackson Maine. Según Jones “la narrativa es que, por orgullo o inexperiencia, el equipo de la película no jugó bien el juego”.

Finalmente, “Nace una Estrella” es una película admirable en todos sus rubros, pero que no tiene mensaje más allá de la historia de fama y decadencia que ya era vieja en 1937, cuando se estrenó la primera versión. Varias columnistas han criticado la visión de género de la película, describiéndola como la historia del éxito de una mujer a través de los ojos de un hombre.

En los últimos años la Academia ha dedicado su premio mayor a películas que quizás no ganaron en otros rubros pero que transmiten un mensaje con el que los votantes coinciden: “En Primera Plana” expone el encubrimiento de la Iglesia Católica; “Luz de Luna” da una voz a la comunidad LGBT afroamericana; “La Forma del Agua” es una fábula sobre la tolerancia. “Nace una Estrella” está alejada de cualquier mensaje político o social.

Pero no todo es negativo para “Nace una Estrella”. Es una de las pocas películas nominadas que resultan atractivas a los votantes de distintas generaciones que forman la Academia, y la división de votos entre los fundamentalistas de “Green Book” y los de “Roma” podría beneficiar a la película de BradleyCooper.

Por ahora, el único Oscar garantizado para “Nace una Estrella” es el de canción original. Y a diferencia de los Globos de Oro (donde el co-compositor Mark Ronson dio un largo discurso), Lady Gaga aprovechará el que probablemente sea su momento para brillar.

Como premio consuelo, Gaga está en buena compañía. Janet Gaynor, protagonista de la versión original de la película, perdió en 1938 contra Luise Rainer. En 1955 Judy Garland era la favorita para ganar. La actriz estaba en el hospital luego de haber dado a luz a su hijo y la Academia mandó un equipo de cámara a la habitación para que pudiera dar un discurso que nunca llegó a pronunciar. El Oscar fue para Grace Kelly. 

La versión de 1976 de Barbra Streisand fue la más exitosa comercialmente - la segunda película más vista de un año en el que también se estrenaron “Rocky” y “La Profecía”. Streisand ni siquiera fue nominada, pero como probablemente pase con Gaga, recibió el Oscar a mejor canción y lo festejó como si hubiese sido el de mejor actriz.