El final de Game of Thrones nos pegó duro a todos, especialmente a Kit Harington. Decepcionado por el desarrollo de su personaje en la temporada final de la serie y agobiado por la presión que significaba interpretarlo, no tuvo ningún reparo en hablar de esto públicamente e incluso mostrar sus reacciones en el documental que estrenó HBO el domingo.

Además, el exceso de trabajo que representó la intensiva producción de la temporada final lo dejó con un estado de estrés y cansancio dignos de un tratamiento acorde. Lo que en principio se reportó como una ‘rehabilitación’ por cansancio y abuso de alcohol, fue rápidamente desestimado por su representante, declarando que en realidad se trata de un ‘retiro de bienestar’.

Harington se internó voluntariamente en la clínica Privé-Swiss, una exclusivísima institución en Connecticut que brinda tratamientos personalizados a sus distinguidos clientes. Esta clínica solo acepta un máximo de tres pacientes a la vez y cuesta alrededor de 120.000 dólares por mes. La duración del tratamiento depende de cada persona y manejan un nivel de discreción que atrae a muchísimas celebridades. No tienen presencia en las redes sociales, ni publicitan en ningún lado. Las recomendaciones vuelan de boca en boca.

Con este concepto que parece salido de una novela de misterio, la clínica ofrece tratamientos integrales a personalidades de alto perfil, que van desde cuidados terapeúticos hasta entrenamiento físico. Los pacientes se instalan en un complejo privado con vista a la playa, donde cuentan con un plantel de acompañantes, psicólogos, psiquiatras, entrenadores, terapeutas alternativos y hasta su propio chef. Cada uno con décadas de probada experiencia en su especialidad y la discreción necesaria para cada caso.

La fundadora de esta institución es Heidi Kunzli, una empresaria americana de origen suizo que pasó por su propio calvario de adicción al alcohol en su juventud. Con un historial de más de veinte años de sobriedad y la vocación de hacer lo mismo por otros, descubrió un nicho que no estaba siendo explotado y decidió que podía ayudar a los que parecen tenerlo todo, pero no saben en quién confiar. Se graduó en psicología y trabajó en el rubro hasta que pudo fundar su propia institución. Con el correr de los años, otras ‘clínicas de lujo’ intentaron copiar su modelo a lo largo de toda California, y decidió cerrar la mayoría de sus instalaciones para no ser asociada con charlatanes.

Algunos clientes vienen aquí porque todos los que forman parte de su vida están en la nómina de pago. Simplemente no saben en quién confiar.

Hoy en día tiene solo dos centros Privé-Swiss en Estados Unidos, cuyo objetivo es trasladar lo mejor de las clínicas de rehabilitación holísticas y progresivas de Suiza a este lado del planeta. El programa le enseña a sus clientes cómo lidiar con el estrés y las emociones negativas, que es exactamente lo que necesitaba Kit Harington. El actor era una cara desconocida cuando empezó la serie y el exceso de trabajo y la fama repentina lo agarraron desprevenido. Ahora que finalmente tiene un hueco en su agenda, decidió aprovechar la oportunidad para trabajar en sus problemas personales.