Ir al contenido
Logo
Cine y series #Marvel

Stan Lee murió hace un año, y hoy es la conciencia social de Marvel

En los meses posteriores a su muerte, el arquitecto del Universo Marvel se ha convertido en el estandarte de la inclusión y la diversidad en la editorial

Stan Lee murió hace un año, y hoy es la conciencia social de Marvel

Desde diciembre de 2018 Marvel ha publicado cientos de cómics. Y cada uno de ellos incluye una página que no es parte de la historia, ni publicidad, ni créditos. Cada mes, esa página replica uno de los editoriales que Stan Lee publicó entre 1963 y 1978 en los correos de lectores de distintas revistas. 

Son textos de solo algunas líneas. Reflexiones sobre la vida, el arte, y los cómics que buscan perpetuar un aspecto específico del legado del editor. No el del escritor que co-creó a Spider-Man, los Avengers y los X-Men, no el de la “mascota” de la editorial como lo conocemos a través de sus cameos en las películas, sino el de un pensador que nunca perdió de vista el impacto social de la cultura pop.

Hoy se cumple un año exacto de la muerte de Stan Lee, y desde que sus creaciones cobraron prominencia a principios de los años ‘60 su influencia se volvió imposible de separar de la historia del cine, la televisión y claro, los cómics.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Stan trabajó en la división de películas de entrenamiento, escribiendo guiones y a veces hasta dibujando

Cuando “Stan” todavía era Stanley Lieber, convenció a su tío Robbie Solomon de darle un trabajo en Timely, la editorial que manejaba. Bajo el titán de los cómics Joe Simon, Stan recibió su nombre artístico y trabajó durante 20 años aprendiendo el oficio.  Recién a los 39, en 1961, tuvo la idea brillante de crear héroes con defectos y problemas cotidianos, que no estuvieran siempre de acuerdo entre ellos, y a veces hasta dudaran de sí mismos. El primer experimento fue Los Cuatro Fantásticos, y entre 1961 y 1967 Lee habría creado a la mayoría de los héroes icónicos de Marvel que hoy disfrutamos en el cine, junto a dibujantes como Jack Kirby, Steve Ditko y Bill Everett.

Los héroes de Stan no solamente eran humanos, sino que a diferencia de íconos como Batman y Superman vivían en el presente, en un mundo real. Al no estar congelados en el tiempo en una Metrópolis donde siempre son los ‘50 o una Ciudad Gótica estancada en los ‘30, estos personajes no podían ignorar los cambios sociales de la década en la que les tocó nacer.

El aspecto más importante del origen de Spider-Man no es la picadura de araña, sino la culpa por un error que nunca podrá enmendar

Stan estaba lejos de ser un militante, pero su progresismo pacifista y conciliador marcó la ideología de sus personajes e causó impacto inmediato en el idealismo del público adolescente que consumía sus cómics. Y también en adultos y padres que no querían saber nada de este tipo de ideas. En 1963, harto de recibir correo de lectores que rechazaban los mensajes políticos en historietas de superhéroes, Stan escribe una respuesta que ha sido citada durante décadas, tanto que fue la primera que Marvel decidió republicar luego de su muerte.

“Opino que una historia sin un mensaje, por subliminal que sea, es como un hombre sin alma. Aún los cuentos de hadas e historias heroicas del pasado tenían su punto de vista filosófico y moral. (...) Nadie vive en un vacío, nadie es inmune a los eventos cotidianos que forman nuestras historias tanto como nuestras vidas.”

El famoso editorial en el que Stan Lee, en 1963, defiende la validez de expresar ideas sobre el mundo a través de los cómics

A principios de los ‘70 Stan deja de escribir cómics y toma una posición corporativa dentro de Marvel que lo convirtió en una mezcla de relacionista público y evangelista de los cómics, y aunque se vuelve más famoso que nunca, su voz como guionista desaparece de a poco, y el estilo jazzero de sus diálogos se ve reemplazado por historias tan oscuras como la realidad norteamericana y mundial de aquella década.

Sus editoriales, sin embargo, siguieron apareciendo, y su compromiso con las ideas detrás de los cómics resultó ser una influencia decisiva que permitió la creación de personajes como Luke Cage e historias que desafiaban la censura imperante en los cómics de la época. En 1971 Stan logró derrotar al organismo de calificación Comics Code Authority y publicar una historia sobre adicciones que aún hoy parece inusualmente adulta para tener el sello de Marvel.

Algún día se hará una gran película sobre la relación entre Stan Lee y Jack Kirby, dos de las personalidades más importantes de la historia de los cómics

Por supuesto, hay aspectos del resto de la vida de Stan que complican su canonización como un luchador por la justicia social. Cada uno de los dibujantes con los que creó sus historias más recordadas terminó enemistado con el editor, sea por disputas económicas, o por su hábito de venderse como el único creador de los personajes icónicos de la editorial. Lee nunca admitió su grado de culpabilidad en esos conflictos, ni respondió a las acusaciones, aún cuando él mismo se vió obligado a demandar a Marvel por problemas parecidos.

Después de los ‘80 Marvel sintió que Stan no representaba la nueva ola de cómics adultos y oscuros, por lo que el guionista intentó llevar su creatividad a Hollywood con proyectos cada vez más extraños e ideas que (hay que decirlo) distorsionaron su legado, como la lamentable serie animada “Striperella”, protagonizada por Pamela Anderson y que es todavía peor de lo que suena.

En 2019, 58 años después de que Stan Lee diera inicio a la nueva era de los superhéroes, el nombre de Marvel es más potente que nunca. Y sin embargo, los mismos lectores que torturaban a Stan exigiendo escapismo sin ideas en 1963 siguen buscando sofocar de cualquier manera la diversidad e inclusión en la cultura pop.

El éxito comercial de "Capitana Marvel" y "Black Panther" fue un golpe que demostró que los "fanáticos" más retrógrados no son mayoría

Lo vimos con el estreno de “Capitana Marvel” y los videos llenos de odio de los que se llenó YouTube. Lo vimos con los comentarios racistas que reflotaron en todo el mundo cuando se anunció “Black Panther”. Lo vemos cada día con movimientos repugnantes como “ComicsGate”, basados en acosar a las mujeres y representantes de minorías que trabajan en la industria de los cómics.

Y lo vemos en Isaac Perlmutter, que hasta hace semanas era el tipo más poderoso de Marvel Comics, y representaba los valores opuestos a los que Lee defendió durante toda su carrera.

A diferencia de los afables Lee y Feige, Perlmutter no daba entrevistas ni hacía apariciones públicas

Perlmutter es un amigo personal del presidente Donald Trump que ha donado millones a su campaña y a iniciativas que afectan a los veteranos de guerra de Estados Unidos. Perlmutter dijo en una reunión de merchandising que no podía aprobar muñecos de personajes afroamericanos porque para él “todos se ven iguales”. Perlmutter es el ejecutivo que se negó durante años a aprobar una película de superheroínas, como se pudo ver en los mails filtrados del hackeo a Sony.

La influencia de Perlmutter en las últimas décadas ha sido nociva para la imagen de Marvel y para la industria de los cómics en general. En 2015 el CEO de Disney Bob Iger retiró a Perlmutter de la esfera de influencia de Marvel Studios, y hace cuestión de semanas fue apartado de la parte creativa de la editorial, rol que tomará Kevin Feige - el arquitecto del Universo Cinematográfico Marvel que está mucho más cerca del humanismo de Stan que de la visión retrógrada de Perlmutter.

Como Lee, Kevin Feige no es perfecto, pero al menos su discurso apunta a un Universo Marvel más inclusivo

El uso de Stan como bandera, entonces, no es casual. Y aunque a lo largo de sus 95 años de vida el guionista y editor cometió varios errores, su nuevo rol es más noble y a la vez más natural que el del “viejito de los cameos”. Como lector de Marvel que ha criticado más de una vez la actitud y la imagen de Stan, no puedo evitar sonreir cada vez que me encuentro un “Stan’s Soapbox” en los cómics actuales de la editorial. Aunque Stan no era de practicar todo lo que predicaba, su prosa tiene una fuerza imposible de negar, una lógica amable y moderada, perfectamente diseñada para disolver la estridencia del reaccionario.

En 1962, año en el que Marvel se convirtió en fenómeno cultural, Stan vio una película que lo marcó, el western “Un Tiro en la Noche” de John Ford, que habla justamente del proceso ligeramente deshonesto pero a veces necesario a través del que convertimos a hombres con defectos (como Peter Parker) en héroes (como Spider-Man). La frase más famosa de esa película reza: “cuando la leyenda se convierte en un hecho, imprimí la leyenda” - y eso es lo que, literalmente, Marvel está haciendo con el espíritu de Stan Lee. 

  • Marvel

Ultimas Noticias