Primero lo primero: la humita es un plato típico del norte de nuestro país, a base de choclo rallado y calabaza. Los canelos son, bueno, todos sabemos qué son, y esta es una historia de amor inesperada entre el maíz y la masa italiana y va así:
La humita, por un lado, es un plato precolombino, o sea que existe hace muchísimos años en nuestra parte del continente y tiene como ingrediente principal el maíz, un grano originario de América. El plato perduró a través de los años y distancias y, para darse una idea de lo popular que llegó a ser, en 1920 ya figuraba como “humita al plato” en todos los restaurantes porteños.
El canelón, por otro lado, nace en Italia, más precisamente en la región de Campania. Dato de color: Los primeros fueron llamados “a la partenoppia”, y llevaban ricota, muzzarella, jamón y huevo.
La unión de estos dos platos, impredecible pero lógica en igual medida, aparece cerca de 1930, con la primera receta hecha y derecha de canelones de humita.
Esta es una fusión cultural en toda regla: cocina de origen precolombino que fue tomada y transformada por los tanos inmigrantes que llegaron en el siglo XIX.