Vajilla que desaparece en un mes: platos de cáscara de papa
Cinco mentes iluminadas de la FADU dieron con un material ideal para crear platos descartables y biodegradables que no contaminen el planeta.
"¿Sabías que un restaurante de barrio desecha casi 5kg de cáscara de papa por día?". En sus redes, los creadores de ODA Biovajilla cuentan, también, que la papa representa 1/3 del consumo de verduras y hortalizas del país. Entonces, ¿por qué no aprovechar sus restos para hacer algo productivo, interesante y sustentable?
Anna Clara Cappetta, Juliana Campanelli, María Agustina Chianetta, María Paula Vita y Guido Martín Ventura fueron a la FADU (la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la UBA) y terminaron su cursada de diseño industrial presentando un prototipo que los llevaría, poco tiempo después, a aparecer en varios medios y a ser parte de Masticar Mar y Sierra, donde hablaron sobre su emprendimiento frente a muchos de los cocineros más importantes del país y un masivo público sibarita. En 2017, llegaron a la conclusión de que la cáscara de papa podía ser procesada y prensada para formar un material resistente, atractivo y, lo más importante, biodegradable.
Luego del desarrollo de una máquina especial para transformar la papa gracias a un sistema de presión y de calor (trabaja a más de 200 grados), nació su línea de platos descartables, que los hizo merecedores del premio Innovar 2018. Cada pieza, aseguran, puede desaparecer en apenas 30 días junto a otros desechos orgánicos o en un compost. La idea es aprovechar la papa descartada por los comercios gastronómicos y ofrecer la vajilla -esperamos- al público.
Mientras ansiamos más novedades, se puede seguir a ODA en Instagram y en Facebook.