Mientras en Argentina todavía nos lamentabamos la derrota en al final del Mundial de Brasil ante Alemania, en Qatar ya se preparaban las primeras bases para comenzar el estadio que se iba a inagurar cuatro años y medio más tarde, y que va a albergar el partido decisivo de la próxima Copa del Mundo que se celebrará en 2022.

Con más de 575 millones de dólares de inversión y e inumerables horas de trabajo, sumado a la polémica por el fallecimiento de varios obreros que desperaron indignación, el Estadio Al Wakrah fue el primero en ser construído especialmente para el Mundial y tuvo un partido especial para su apertura al público.

A estadio lleno, las 40.000 personas que caben en las gradas (algo poco para una final) disfrutaron del encuentro entre Al Sadd y Al Duhail, por la final de la Copa del Emir, que resultó favorable para este último, con un contundente 4 a 1 contra el equipo en el que Xavi Hernández da sus últimas funciones.

Previo al partido, se llevó adelante una celebración con proyecciones sobre el campo, shows de fuegos artificales y un homenaje a la arquitecta anglo-iraquí Zaha Hadid, que falleció en 2016, pero que fue vital en el diseño del estadio, basado en los antiguos barcos qataríes.

Este es el segundo estadio que abre sus puertas de los ocho estadios que Qatar construye o renueva para el Mundial de 2022. El Khalifa International, que sonó para ser sede de River vs Boca por Copa Libertadores, ya está abierto y este año acogerá el Mundial de atletismo a finales de septiembre y principios de octubre.