Argentina alcanzó el objetivo deseado de llegar a la final de la Copa América y con la ilusión renovada de poder romper la racha de 28 años en un partido al que le sobraban los condimentos con el duelo entre Messi y Neymar, además del cruce en el Maracaná de Río de Janeiro.

En este camino, Lionel Scaloni jugó con las variantes y en esta oportunidad sorprendió con un esquema más ofensivo e incluyó en el equipo a Ángel Di María de entrada y además la vuelta de Cristian Romero a la zaga central junto con Nicolás Otamendi.

Del otro lado, la salida de Gabriel Jesus por expulsión llevó a un cambio en el ataque con la inclusión de Everton junto con Neymar y Paquetá, además de Richarlison como centrodelantero momentaneo.

De esta manera, Argentina salió al campo de juego con Emiliano Martínez; Nahuel Molina Lucero, Cristian Romero, Nicolás Otamendi, Marcos Acuña; Rodrigo De Paul, Leandro Paredes, Giovani Lo Celso; Lionel Messi, Lautaro Martínez y Ángel Di María.

Brasil, por su lado, hará lo propio con Ederson; Danilo, Marquinhos; Thiago Silva, Renán Lodi; Casemiro, Fred, Lucas Paqueta; Everton, Neymar y Richarlison.

Argentina saltó en el campo de juego con la idea de dominar la pelota, pero enfrente tuvo un equipo que intentó y presionó alto. En la búsqueda por generar chances, cuando ninguno de los dos habían pateado, De Paul metió un pase en profundidad para Di María que aprovechó el error de Lodi para poner el 1 a 0 de emboquillada ante la salida de Ederson.

En el segundo tiempo, Argentin sufrió más de la cuenta y Dibu Martínez apareció en las jugadas puntuales y evitó la caída de su valla. Así, aguantó  los 95 minutos de juego para cortar la malaria de 28 años y volver a ser campeón de América, en una noche épica de la mano de Lionel Messi.