Egipto busca su octavo título a nivel continental. El último fue en 2010. En semifinales de la Copa Africana de Naciones dio un paso muy importante al ganarle por penales a Burkina Faso. Pero la historia de este partido tuvo un protagonista impensado: Essam El-Hadary. ¿Por qué impensado? Tiene 44 años, está cerca del retiro y era suplente. El arquero fue decisivo al atajar los últimos dos penales en la definición.

El fútbol está lleno de historias. Bien podría saberlo Héctor Cúper, técnico de Egipto. El argentino ha dirigido innumerables equipos y selecciones en los últimos 20 años. Sin embargo, nunca ha tenido que pasar por la situación de poner a un arquero de 44 años y, encima, suplente.

En el comienzo de la Copa, el arquero titular fue Ahmed El-Shenawy, pero tuvo que salir por una dolencia en el tendón de la corva. Otro arquero (son tres en la convocatoria), Sherif Ekramy también estaba lesionado. Por lo tanto, El-Hadary era el único arquero que le quedaba y tuvo que ingresar. A partir de allí, jamás salió del arco.

En las semifinales, Egipto igualó 1 a 1 con Burkina Faso en los 120 minutos, por lo cual, los penales definían al finalista. La serie no arrancó bien para el equipo de Cúper, ya que Abdallah El-Said erró el primer penal. Luego, con la definición 3 a 2 en favor de Burkina Faso, parecía que las esperanzas de Egipto se esfumaban.

Llegó el turno para patear del arquero de Burkina Faso y apareció la figura de El-Hadary para tapar el remate. El último penal fue para Bertrand Traoré y otra vez el veterano de 44 años detenía el remate para darle la victoria a Egipto para meterse en la final.

De esperanzas y hazañas está lleno este deporte. Algunas más insólitas e impensadas que otras, pero el fútbol siempre te da más, incluso cuando ya pasaste los 40.